Los puntos limpios se blindan con cámaras para evitar robos y destrozos

T. Silva CULLEREDO / LA VOZ

CULLEREDO

Interior del punto limpio de Culleredo.
Interior del punto limpio de Culleredo. CESAR QUIAN

En Culleredo ya les cortaron los cables a los dos días de instalarlas

18 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

En medio de las quejas y resignaciones sobre la importante subida de la tasa de la recogida de basura, en el Consorcio As Mariñas llevan años con otro frente abierto, problemas que están causando un importante agujero a las arcas de la entidad supramunicipal que atiende a buena parte de los municipios del área metropolitana de A Coruña.

Aquí ya no saben cómo afrontar los robos, incursiones y destrozos constantes en los puntos limpios. En los últimos días han empezado a colocar cámaras de vigilancia, unos aparatos que están ubicando en zonas más elevadas, después del fracaso de experiencias anteriores. «Ya es la segunda vez que se colocan. La anterior fue hace unos años gracias a una subvención, pero a los pocos días en el punto limpio de Culleredo ya vimos cómo los ladrones subían con una pértiga y las destrozaban», relata Luis González, jefe de servicio del Consorcio As Mariñas. Esta vez no está habiendo mejor suerte: «Este mismo jueves por la noche han cortado los cables», se resigna Luis.

Si bien todos los recintos sufren más o menos asaltos, apunta que «en el de Culleredo hay verdadero ensañamiento». Lo achaca a que está más apartado, en una especie de isleta entre la tercera ronda y la A-6. Destaca que el problema no es lo que roban, sino lo que destrozan por pura diversión. «Las roturas de las puertas son muy habituales, también los cortes de luz, rompen en mil trozos los fluorescentes, hasta hacen sus necesidades dentro de la oficina del operario», indica González. No es extraño que coloquen un candado por la mañana y tengan que renovarlo por la tarde, o que se encuentren con bolsas de amianto, que les obligan a gestionar luego su traslado.

CESAR QUIAN

Por todo ello, las cámaras fueron instaladas en soportes antivandálicos, y los equipos disponen de medidas antirrobo. El sistema está conectado a una central de receptores de alarma las 24 horas del día. La dotación de la videovigilancia supuso una inversión de 27.000 euros, adjudicada a la empresa Forprotect Sistemas de Seguridad SL. El Consorcio contó con una ayuda de la Xunta de casi 3.000 euros por cada punto limpio, cofinanciada por fondos europeos. Así, los puntos limpios de Abegondo, Bergondo, Betanzos, Cambre, Carral, Culleredo, Oleiros y Sada dispondrán de varias cámaras conectadas a un equipo de grabación de vídeo para registrar todo lo que ocurra en los recintos.

Cíclicamente, cuando se acentúan los episodios vandálicos, los alcaldes solicitan un esfuerzo a la Guardia Civil y a las policías locales para que vigilen estos recintos con más asiduidad. «Nos consta el esfuerzo que hacen los ayuntamientos, pero estamos ante un problema continuo, todos los días, todos, todos entran en algún punto limpio a robar o destrozar», añade Luis González.

Infinitas denuncias

Asegura que ha perdido la cuenta de las denuncias presentadas por estos asaltos, unos daños que son difíciles de cuantificar. Intenta hacerlo con el último caso en Culleredo: «En lo que va de año hemos tenido que reponer el baño, el termo y puertas y ventanas, algo que ronda los 10.000 euros de gasto».

Al menos lo que ya forma parte del pasado es el asalto a los puntos limpios con el operario en el interior, con lo que el trabajador tenía que enfrentarse a las amenazas de los delincuentes. «Hace años sí había episodios de ese tipo, pero por suerte ahora los ladrones solo entran cuando el operario se marcha». Si bien el centro de Culleredo es el más vandalizado por su ubicación, en general todos los puntos limpios del Consorcio As Mariñas sufren robos y destrozos, incluso los de Oleiros o Cambre, que están situados en polígonos industriales. «En Sada, este mismo lunes se llevaron la puerta del local del trabajador», relata el jefe de servicio.

Pese a todo, el presidente del consorcio y alcalde de Abegondo, José Antonio Santiso Miramontes, confía en que con esta nueva medida disuasoria «acaben os episodios de violencia e danos nas instalación, garantindo sobre todo a seguridade ao persoal traballador».