
Vecinos del cruce de Ferrol denuncian daños en sus viviendas por la obra y altas velocidades en las vías de servicio
09 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La supervisión de las recién construidas glorietas de Guísamo por parte del delegado del Gobierno, Pedro Blanco; la subdelegada, María Rivas, y la alcaldesa de Bergondo, Alejandra Pérez, sirvió este martes para poner el ramo a una obra que, según destacó la regidora, supone acabar con «un tramo de concentración de accidentes, dos poucos que quedaban na provincia».
El delegado del Gobierno reclamó a los conductores colaboración para «eliminar este tramo desa lista» y recalcó que con este proyecto se demuestra que «somos un Goberno que escoita, e que ofrece realidades, e hoxe estas rotondas son unha realidade», dijo. Precisó que las dos rotondas, la del cruce con Ferrol y la de la intersección con la AC-214, favorecerán «unha mobilidade sostible, racional e humana».

La alcaldesa, que se mostró agradecida por la inversión de 1,55 millones en esta obra por parte del ministerio, reconoció que fue un proyecto que se hizo esperar, ya que «dende o 2007 se levaba traballando nunha solución posible». La regidora admitió que muchos de los siniestros que acumulaba el cruce de Ferrol fueron por incumplimiento de las indicaciones y pidió que ahora se haga un esfuerzo por tenerlas en cuenta. Al mismo tiempo, solicitó también a Tráfico que vigile la zona, porque reconoció que la «vía de servizo non actúa como tal e a xente que vive nas casas próximas ten dificultade para acceder á estrada».
Denuncias
Así se lo expresaron a las autoridades un par de vecinos que las esperaron para explicar los problemas que han ocasionado los trabajos en sus viviendas, sobre los que no han recibido una solución por parte de Transportes. Además, advirtieron del peligro que supone ahora incorporarse a una vía de servicio que los conductores toman a velocidad de rali.

Blandina Varela vive justo frente a la glorieta principal. «He tenido daños en los azulejos, las ventanas, grietas en toda la casa y ahora la puerta del bar ya no abre», explica, sobre el acceso al Café Bar El Castro, en el bajo de su vivienda. Ahora está cerrado, pero los daños causados por los trabajos tampoco le permitirían abrirlo. Antonio Seoane vive unos metros más arriba. En su caso, las columnas de acceso han cedido y tampoco le abre el portalón.
Coinciden en señalar que el problema fue el pisón que asentó el asfaltado y ven necesario que se logre reducir la velocidad en la vía de servicio, ya que aseguran que es un peligro intentar acceder desde sus casas. También alertaron de que muchos paseantes usan la rotonda como paso seguro para atravesar.
Ejecución cuestionada
En la visita participó el portavoz de Alternativa y edil de Urbanismo, Juan Fariña, que advirtió que la obra no se realizó según el proyecto presentado y que no le han dado respuesta sobre si se ejecutarán las aceras en el tramo del restaurante Gaucho Grande, que permitirían conectar con el camino municipal, lo que daría más seguridad a los transeúntes.
Por su parte, David Carro, portavoz del BNG, destacó el decenio de reivindicaciones llevadas a cabo para reformar este punto negro, la demora de la propia obra, con una estética que consideró impropia del lugar que atraviesa, y criticó la falta de compromiso mostrado por las autoridades con los vecinos afectados. «As visitas están moi ben se se traducen en avances e melloras para Bergondo, non só para sacar a foto», indicó.