




Patricia Maggiora y Camila Sánchez, madre e hija, se mudaron del paseo de la Dársena a un precioso local en Puerta de Aires en el que continúan con sus talleres de cerámica, ahora también con cursos avanzados, y abren su propia tienda con sus creaciones, que ahora se inspiran en los colores de la tierra. Su lema: el gusto por lo minimalista, lo sencillo y las líneas puras
21 jun 2025 . Actualizado a las 14:48 h.Patricia Maggiora y Camila Sánchez, madre e hija, pueden recibirte hablando de cerámica o cambiar la conversación y hacer un repaso sobre cómo los signos del zodíaco afectan a sus personalidades. «Yo soy muy volada y Camila muy concreta», asegura Patricia. «Somos lama e lume, el barro más moldeable y el lume, que es el fuego y la pasión», añade Camila. Las dos se entienden y trabajan bien juntas. Y juntas están al frente de Lamaelume, un estudio de cerámica que acaban de ampliar con la inauguración de un nuevo espacio: una tienda en la que venden sus creaciones, y que esperan que sea también un lugar de encuentro de artistas y de cualquier persona que disfrute del mundo creativo.
El nuevo espacio ocupa una habitación anexa (con puerta propia a la calle) a su nuevo estudio de cerámica en el número 12 de Puerta de Aires, al que se mudaron desde el paseo de la Dársena, su primera ubicación en la Ciudad Vieja. «Pasábamos por aquí y nos encantaba el local, pero como era un poco grande nos asustaba un poco», recuerda Patricia. Hade dos semanas estrenaron la tienda pegada al taller que, cuentan, les motivó a volver a producir sus piezas, además de seguir impartiendo clases de cerámica en el estudio. «Cambiamos totalmente la gama cromática. Nos fuimos a los colores más tierra y más opacos y dejamos de trabajar tanto con el azul y el turquesa», explican. «Salió muy bien. Recuerdo el día que sacamos las piezas del horno y Camila me dijo: ‘Mami, ya no tenemos que mirar esas páginas que nos inspiran, lo tenemos aquí’».
Le dieron una vuelta de imagen a todo su trabajo. Hay tazas de desayuno más minimalistas y refinadas, objetos de decoración como peines de cerámica y una colección de anillos moldeados a mano por estas artistas del barro. Sus piezas son un reflejo de sus valores: la belleza de lo sencillo, «de las líneas puras». En la zona del estudio continúan con sus clases de cerámica, ahora en un espacio que casi duplica al que tenían cuando empezaron a impartir talleres en la Ciudad Vieja. Como novedad tienen clases para niveles más avanzados. En sus cursos, además, tratan de trabajar más el proceso creativo, algo que forma parte de la profesión de las dos: Patricia es arquitecta y Camila diseñadora industrial. Y, sobre todo, quieren que sus clases sean un lugar para crear comunidad.