150 taxistas, contra los VTC en A Coruña: «Cargan en nuestras paradas, se ríen de nosotros»
A CORUÑA
 
	
											Un colectivo amplio de profesionales se desmarca de las asociaciones y anuncia movilizaciones para exigir al Ayuntamiento que pongo coto a los viajes ilegales de Uber, Cabify y Bolt
31 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.A los taxistas coruñeses se les agotó la paciencia. Unos 150 profesionales han constituido un grupo de presión para conseguir que el gobierno municipal ponga coto a los viajes ilegales de vehículos de transporte con conductor (VTC) dentro de la ciudad. La Xunta, que regula su actividad desde el 2019, establece que solo pueden realizar servicios interurbanos, concertados con al menos 15 minutos de antelación, y sin rótulos que los identifiquen como transporte público. Hasta ahí, la teoría.
En la práctica, los 80 coches que Uber, Cabify y Bolt ha desplegado en A Coruña se están moviendo por el centro con «total impunidad» y contumacia, a la luz del perjuicio económico que denuncian los taxistas. «Desde hace varias semanas notamos caídas en la facturación de 30, 40 y hasta 50 euros diarios», cifran fuentes del sector.
«Los sábados en Palexco son una vergüenza. Llegan a cargar en nuestras paradas. Si les decimos algo, se ríen o nos sacan el dedo. Es evidente que están haciendo los servicios sin ningún tipo de control, porque con solo los interurbanos no les era rentable y una de las empresas ya pidió 20 coches más. O sea, que son 80 y creciendo», advierte Salvador Varela, un taxista que este martes acudió a la concentración convocada a las puertas de la Xunta en Santiago para reclamar que se cierre el grifo de las licencias, y avanza movilizaciones en las próximas semanas en A Coruña.
					
		
			
		
		
												
								
 
    	
El grupo de los 150 no comparte la tibieza con que las dos asociaciones profesionales, Teletaxi y Radiotaxi, respondieron a la postura que les trasladó el gobierno local en la reunión que mantuvieron el 22 de octubre en María Pita. «Nos piden paciencia. Ocho años con los VTC circulando, ahora metidos en la ciudad y nos piden paciencia», reprueba Varela, que hace unos días trató de identificar junto con varios compañeros a un conductor que prestaba un servicio ilegal y tropezó con el silencio de la autoridad.
«La Policía Local, directamente, no hace nada. Cuando los llamamos, nos dicen que están cansados de nosotros y que ellos no están para eso. Yo no sé para qué están si no es para hacer cumplir la ley —afirma escéptico—. Los VTC tienen que llevar en la parte de atrás la matrícula azul, como nosotros, y la semana pasada localizamos a uno que llevaba una normal, blanca. Llamamos a la policía, le indicamos dónde se encontraba. No aparecieron. Fuimos detrás de él hasta Arteixo, porque tienen allí la base, llamamos a la Guardia Civil, y nada. Al final un compañero presentó una denuncia, que a ver en qué queda», señala con impotencia.
					
		
			
		
		
												
								
 
    	
El portavoz de los taxistas, que cuestiona que «el Ayuntamiento no haya tramitado ni una sola de las propuestas de sanción que le envió Transportes de la Xunta desde la estación de Renfe», hace valer la disconformidad de sus compañeros con el argumento del «vacío legal» que esgrime la alcaldesa para «seguir dándonos largas», censura. «Existe una norma autonómica que les prohíbe entrar en la ciudad. Regulación municipal no existe. ¿Dónde está el vacío?», pregunta el profesional.
Trato discriminatorio
Para los taxistas críticos, el trato que están recibiendo los VTC en A Coruña, a diferencia de ciudades como Vigo —«donde sí están parándoles los pies»—, empieza a tener visos discriminatorios. «Nosotros estamos obligados a tener un carné municipal que hay que renovar cada cinco años, después de pagar 50 euros, hacer un examen y aprobarlo. Tenemos una revisión anual del coche en el Ayuntamiento para demostrar que está sin golpes, limpio y demás. Tenemos que instalar un taxímetro que cuesta 1.500 euros. A esta gente no le exigen nada».
Uber y Enol Mobility recurren la ordenanza de movilidad ante el Tribunal Superior
La nueva ordenanza de movilidad, que entró en vigor este mes, fue recurrida por vía judicial por dos compañías del sector de los vehículos de transporte con conductor (VTC). Entre otras cuestiones, estas empresas reclaman contar con autorización para poder realizar carga de pasajeros en el término municipal, es decir, llevar a cabo servicios urbanos.
La demanda judicial fue planteada por Uber y Enol Mobility, que presentaron sendos recursos contencioso-administrativos ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. El texto municipal explica que la actividad de este tipo de servicios debe recogerse en una ordenanza específica, tanto para otorgar autorizaciones habilitantes como para establecer sus límites.
Rey pide coordinación
También en relación con los VTC, la alcaldesa abogó ayer por un enfoque metropolitano y coordinado: «Más allá del regate corto en este tema, yo creo que es conveniente comenzar a hablar de movilidad metropolitana de una manera seria y rigurosa, tanto respecto de los VTC, como de los taxis, los autobuses y la intermodalidad». Inés Rey insistió en la necesidad de cooperación con la Xunta: «Si realmente quiere cooperar con todos los ayuntamientos, lo que debería hacer es sentarse con nosotros, crear de una vez un consorcio metropolitano de transportes y asumir que estamos en el siglo XXI».
La alcaldesa defendió un enfoque más amplio y estratégico en términos de movilidad: «Creo que hay que empezar a superar esos marcos más propios de otras épocas y plantearnos de verdad cómo queremos que sea la movilidad en este siglo, en A Coruña y en su área metropolitana», dijo.