Los comerciantes de A Coruña se visten de terrorífica gala por el Samaín

Carlos Portolés
Carlos Portolés A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

María José López en el escaparate de su librería de Os Castros.
María José López en el escaparate de su librería de Os Castros. Marcos Míguez

Decenas de comercios de la ciudad organizarán actividades para niños

29 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Se respira un miedo sano por las calles de A Coruña. Cada barrio con sus sustos particulares. Calabazas, telas de araña y esqueletos de mentirijillas adornan ya los locales. Es la señal inequívoca de que se acerca el Samaín —aunque con reminiscencias del foráneo Halloween—.

Los comerciantes sacarán estos días su cara más simpática. Un caramelo por aquí, una chocolatina por allá, disfraces imaginativos, disfraces de último minuto y algún que otro sobresalto —peaje a pagar por el paladeo de los dulces—. Los niños cogen carrerilla para recorrer las yincanas de las decenas de establecimientos que se han marcado el noble objetivo de dar vida a un día con resabios de muerte.

Celebración adelantada

En Os Castros ha habido petardazo o escalada. El año pasado, fueron apenas tres los locales que se sumaron a la celebración conjunta de esta fecha de pelos erizados. La presente edición la engrosarán más de una treintena. Buena parte del mérito es del empeño aportado por personas proactivas como la librera María Jesús López Pérez —o Susi, como prefiere que la llamen los clientes—, de Susanna. Sus fantasiosos escaparates son una de las atracciones más concurridas del barrio. Un año, cuenta, incluso ganó el concurso de decoración que convoca el Ayuntamiento todas las temporadas. «Vamos a intentar atraer a los niños para que no se vayan a otros barrios a hacer el truco o trato. El jueves estaremos repartiendo caramelos a partir de las 18.00 horas», explica Susi.

Otra sospechosa habitual de estos festejos es Helen Amil, de la peluquería de caballeros Os Castros. «No se suele hacer nada de la rotonda hacia Casablanca y lo que queremos es dar vida, activar y dar alegría al barrio. Somos 31 este año. Hacemos bote común para comprar las chuches y hacemos una yincana por todos los comercios. En cuanto salen del cole, los niños salen disparados a hacer el truco o trato. Y los propios padres prefieren también tener actividades en el barrio, sin tener que bajar hasta el centro con sus hijos», razona.

Pero la fiebre de la fantasmagoría no es cosa endémica de un solo puñado de manzanas. Es algo que se encuentra en casi todas las esquinas de esta esquina del mapamundi.

Hay caramelos para todos

En Os Mallos, los tenderos llevan más de un decenio haciendo piña para mejorar la experiencia samaínica o samainera de los más pequeños. Este año son 37 negocios. «Los establecimientos se han portado muy bien y hacen unos escaparates maravillosos. Algunos hasta se disfrazan y un comercio hasta hizo un túnel del terror. Gadis hasta nos donó caramelos», narra Alba Balsa, presidenta de la Asociación de Comerciantes. La celebración comenzará este viernes a las 17.00, y se extenderá hasta las 20.00.

Y la lista sigue. En Monte Alto, 26 comercios se juntarán para poner en marcha su «Torre del terror». Un recorrido lúdico de gominolas y terror que se extenderá a lo largo y ancho de la tarde el viernes —de 18.00 a 21.00—.

Otras réplicas del terremoto se sentirán en el Obelisco —donde además se exhibirán calabazas decoradas por los propios niños—; en el Barrio das Flores —con juegos para pequeños de 4 a 12 años que comenzarán en el bar Din-Don el viernes a las 20.00— o Novo Mesoiro —con reparto de chucherías a partir de las 19.00—. Zonas en las que también se han conjurado los comercios para regalar dulces.

Y tampoco hay que dormirse en los laureles, porque a un olfateo de nariz están los olores a castaña asada del Magosto, al que se incorporarán otros puntos coruñeses como Ciudad Vieja o Labañou —donde volarán los prometidos chocolates calientes en la plaza de la Tolerancia—.