El instituto de desintoxicaciones Castelao, en Oleiros, incorpora terapias con animales para rebajar los niveles de ansiedad de los pacientes
25 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando el instituto de desintoxicaciones Castelao puso habitaciones para sus usuarios, su directora, Maló Fraga, contactó con el popular adiestrador canino Octavio Villazala. «Le pedí perros detectores de drogas imaginando lugares imposibles donde los pacientes iban a esconder sus sustancias», recuerda Maló. Era realmente una medida disuasoria, comunicar a los usuarios la presencia de esos canes que todo lo encuentran para evitarles la tentación de llevar drogas encima.
Aquello no fraguó, pero Villazala le acabó proponiendo con el tiempo una idea diferente, la terapia con sus perros para rebajar la ansiedad de estas personas que han sufrido reveses en la vida que los han arrinconado contra las drogas y otras adicciones. En este centro de Santa Cristina tratan a unas 18 personas ingresadas y otras 60 ambulatorias. Aquí llegan para conseguir desvincularse de esos vicios que los esclavizan, que les impiden tener relaciones sociales, que los hunden por dentro.
Y a las numerosas terapias (nacidas de disciplinas de la Psicología), a mediados de noviembre se sumará esta con los perros preparados por Octavio Villazala, trabajos que ya ha desarrollado en entidades como Aclad, Casco o en el penal de Teixeiro. «Creo que esto ayudará a controlar las crisis de ansiedad. Cuando un paciente está aquí sufre de malestar emocional, a veces están apáticos, discuten, y con la ansiedad se incrementan las ganas de volver a consumir. Con los perros nos vamos a anticipar para eliminar ese deseo», explica la directora del centro Castelao. Asegura que la mayoría de los pacientes ya tienen mascotas «a las que adoran». Maló les ha oído muchas veces la misma frase: «Mi perro (o mi gato) se daba cuenta cuando yo iba a consumir». Con las relaciones humanas rotas, los animales se convierten en su apoyo emocional. «Las mascotas nunca les juzgan», apunta la directora, quien apuesta «ciegamente» en el trabajo de Octavio. «Un proyecto así no se le confía a cualquiera».
Individuales y en grupo
¿En qué consisten las terapias con los animales? Villazala habla de ejercicios individuales y colectivos. Sobre los primeros, «el perro es un vehículo puente entre el terapeuta y el usuario». «En la intimidad, estas personas se abren muchísimo, el perro les ayuda a comunicarse con el terapeuta o el psicólogo, y también se abren a ellos mismos. Con este trabajo conseguimos más información del paciente», explica el dueño del centro Montegatto, en Oza-Cesuras.
Para la terapia en grupo el perro se coloca en medio de un círculo formado por los usuarios. «Dejamos que el animal escoja a una de esas personas y entonces le invitamos a hablar», explica Villazala. «No es fácil, son gente que está en un momento muy hermético. El educador le sugiere que le hable al perro delante de sus compañeros, el perro no les va a juzgar y el resto de usuarios comprueba que pueden soltarse, pueden hablarle de forma libre», añade.
Según pasen los días con estas dos fórmulas, el centro y el experto canino están evaluando la posibilidad de que un perro se quede en Oleiros de forma permanente para redirigir los hábitos de conducta de los pacientes. «A un perro hay que pasearlo, asearlo, darle de comer... y con esas tareas los usuarios salen de sus propias cápsulas, de sus trastornos». «Debemos tener empatía con las personas que sufren adicciones, ellos no eligen estar enganchados a algo, la gran mayoría llegan a esta situación por vivencias traumáticas que han sufrido», reflexiona Villazala.
En el centro ya cuentan los días para consolidar esta terapia en la que tienen puestas muchas esperanzas.
Fundado hace más de 16 años, el instituto Castelao también tiene sedes en Málaga, Murcia y Almería. Este instituto privado trabaja con personas adictas a sustancias psicoactivas, como alcohol, cocaína, cannabis, benzodiacepinas u otros tipos de droga. «El índice de recuperación es de un 85 % si se culmina el tratamiento; el 15 % de no recuperados es debido al abandono temprano a través de la solicitud de alta voluntaria», explican.