La novia del joven detenido en Cambados por romper una copa en la cara de otro hombre presenta una denuncia por agresión sexual
CAMBADOS

Habría sido el detonante del altercado; la joven asegura que la Guardia Civil no le recogió la denuncia la misma noche del viernes
04 ago 2025 . Actualizado a las 20:04 h.El tránsito del viernes al sábado del Albariño llenó las calles y plazas de Cambados de una multitud de gente. Miles y miles de personas que querían disfrutar de la fiesta en paz, y así lo hicieron. Pero la buena imagen de la velada se ha visto enturbiada por dos incidentes. Por un lado, una agresión denunciada por una menor, una joven de 16 años, por la que ya está siendo investigado un hombre de 47 y vecino de Cambados. El otro asunto, que arrancó con el estallido de un vaso en la cara de un hombre, parece complicarse.
El relato es sencillo: en la zona de As Rodas, un joven de 22 años y vecino de Marín estrelló un vaso en el rostro de otro hombre. Lo hizo, según trascendió, porque su pareja se habría sentido intimidada por la mirada de quien acabó con la cara destrozada. Tras esa primera agresión, los dos se alejaron del lugar del suceso, pero fueron seguidos por un agente de la Guardia Civil que había observado lo ocurrido y que los siguió. Al percatarse de su presencia, el joven se encaró con él, empuñando un arma blanca con la que, afortunadamente, no llegó a provocarle lesiones de gravedad. El joven fue detenido por la Policía Local de Cambados y pasó a disposición judicial el domingo. Fue allí donde se decretó su ingreso en prisión provisional, comunicado y sin fianza. El sábado, su pareja se había dirigido a primera hora de la tarde a la Comisaría de la Policía Nacional de Marín, localidad en la que también ella reside, para presentar una denuncia por una supuesta agresión sexual que había sufrido durante la noche previa. La joven indicó que «quiso interponer denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Cambados, si bien no le permitieron hacerlo alegando que estaban cerrados».
Su relato de los hechos arranca en el exterior de un bar de la calle San Gregorio, donde se hallaba disfrutando de la noche del Albariño con un grupo de amistades y con su novio. En un momento en el que este se encontraba ausente, a la joven se le habría acercado un hombre blanco, de unos cincuenta años y de 1,75 metros de altura, de pelo y barba canosa y que vestía una camisa estampada de flores. El hombre, que estaría en evidente estado de embriaguez, habría comenzado a acariciarla y la sujetó por los hombros, llegando a hacerle daño, mientras profería comentarios como «eres guapísima, estás muy buena» y la invitaba a acompañarlo asegurándole que «le pagaba todo». Todo eso, sumado a «otros comentarios soeces», hicieron que la joven se sintiese intimidada y humillada.
La denunciante había comenzado a reprochar al desconocido su comportamiento cuando entró en escena su novio, que tras enterarse de lo ocurrido inició un forcejeo con el hombre, que según este relato habría termando por caer al suelo. Ante la tensa situación, la pareja decidió abandonar el lugar, según relata la denuncia presentada en Marín.