Cámping gas, hornillos, pilas, radios analógicas o linternas volvieron a «volar» en comercios y bazares de Viveiro

Lucía Rey
Lucía Rey VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Colas ante un comercio de electrodomésticos de Viveiro el lunes por la tarde, durante el apagón total
Colas ante un comercio de electrodomésticos de Viveiro el lunes por la tarde, durante el apagón total Pepa Losada

A media tarde varios negocios de la ciudad del Landro habían agotado existencias

29 abr 2025 . Actualizado a las 11:37 h.

Cada vez que se produce una emergencia, la gente se echa a la calle a comprar lo que cree que es básico para afrontar una situación complicada. Ocurrió como consecuencia del Klaus, la ciclogénesis que a principios del 2009 dejó sin suministro eléctrico a una parte importante de la comarca durante varias jornadas; ocurrió en el 2020 con la pandemia del coronavirus, y volvió a ocurrir este lunes, cuando A Mariña se quedó a oscuras, igual que ocurrió en el resto de España y de Portugal. En esa jornada, en comercios y bazares de poblaciones como Viveiro «volaron» cámping gas, hornillos, pilas, radios analógicas o linternas. «Sempre é o mesmo. Cada vez que pasa algo, a xente vén comprar o mesmo tipo de cousas», destacó un comerciante viveirense ante cuyo negocio llegó a haber colas de clientes. Las bombonas de cámping gas fueron otro de los artículos más demandados.  

Unos y otros tenían la intención de pertecharse por si el apagón se prolongaba horas, especialmente en zonas urbanas, donde las cocinas vitrocerámicas, que funcionan con electricidad, han reemplazado en muchos casos a las cocinas de butano o gas. Privilegiados son los que, especialmente en los núcleos rurales, continúan disponiendo de cocinas de leña.