«Meus pais inculcáronme a non depender de ninguén, tes que ser traballadora e constante», asegura esta joven
15 sep 2025 . Actualizado a las 22:13 h.Tiene 25 años, pero cualquiera lo diría. Cuenta que, desde pequeña, sus padres siempre le inculcaron «non ter que depender de ninguén». Y se lo aprendió al pie de la letra. A Natalia Suárez Garrido, de Malpica (A Coruña) siempre le gustó esa independencia. Por ello, desde que cumplió la mayoría de edad, hizo su vida por separado. Se fue a vivir a un piso en la ciudad herculina, donde trabajaba y estudiaba, asumiendo ella el alquiler y las facturas, señala. Es una idea de vida que, tiempo después, sigue llevando a cabo, aunque ahora está asentada en su concello natal.
Con 16 años estudió el ciclo medio de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería. Rápidamente, trabajó en ese campo. Al principio, compartía vivienda con la que en aquel entonces era su pareja. También ya colaboraba en alguna fiesta o cuidaba a niños. Luego inició la FP superior de Audiología Protésica y trabajó para una empresa de telecomunicaciones así como de azafata de eventos. Fue con 21 años cuando regresó a Malpica a través de una oferta de empleo como dependienta de una panadería, sector en el que acabó siendo autónoma con su madre dos años. Desde hace tres se desenvuelve como asesora de descanso en una multinacional con tienda en Carballo a la vez que estudia el segundo y último curso de Comercio Internacional y se forma en idiomas. Dice que «nunca sobra nada, e menos aínda na actualidade». También hizo un curso de iniciación a la inteligencia artificial, entre otros.
«Vivo no mellor pobo do mundo, estou cómoda e tranquila. Aquí téñoo todo: casa, familia, amizades...», relata satisfecha con su vida. «Meus pais sempre están aí para axudar no que precise, pero sempre me gustou ter o meu diñeiro para mercar roupa, saír coas amigas...», añade. Como dice ella, tiene «a sorte» de que Malpica no es una zona de mercado residencial tensionada, si bien reconoce que cada vez resulta más complicado poder alquilar durante todo el año, aunque en su caso, está «moi contenta» con su casera. «Se quixese vivir na Coruña eu soa, hoxe en día, sería imposible cun soldo normal. En Malpica hai pisos desde 300 euros», explica.
Tiene su coche, va al gimnasio, se da sus caprichos de fiestas, peluquería o uñas, cuenta entre risas. Ahora bien, «á hora de ir de vacacións, non podo pensar en ir ás Maldivas. Vou facendo números. Onde máis notei o incremento dos prezos foi no supermercado», traslada.
La clave del éxito
Para Natalia, la clave de tener esta libertad está en «ser traballadora e constante». Como anécdota cuenta que solo le falta «sacar a libreta e ir para o mar ou no camión do lixo». En eso ayuda, según apunta, el hecho de tener un trabajo fijo, aunque, aun así, «non é algo fácil», confiesa. Mientras pueda, prefiere vivir sola, sin compartir vivienda. Su grupo de amigas lleva una vida similar a ella. Todas se han buscado su independencia.