
Nació en Covelo durante la I Guerra Mundial, emigró a Alemania para trabajar en una fábrica de porcelana y se ocupó de su huerta hasta que las fuerzas fallaron. Vivía en una residencia en Vigo
28 jun 2025 . Actualizado a las 02:19 h.Cuando Concepción Val Cousiño (Covelo, 1915) nació, el mundo estaba inmerso en la Primera Guerra Mundial. Fue un 21 de noviembre en el lugar de Pencellos, en Maceira. Mientras el continente se desangraba, se recuperaba y volvía a sumirse en el caos con la Guerra Civil y la II Guerra Mundial, ella aprendió a trabajar en el campo. Ayudaba a su padre con el carro y guiaba a los bueyes que acarreaban piedras para la construcción de la central eléctrica de Maceira. Recordaba su niñez con su familia en una residencia en Vigo cuando cumplió 109 años. Ayer, a solo cinco meses de cumplir los 110, Concepción falleció. Era de las 50 personas más longevas de España, la más mayor tiene 112 años, y la vecina más longeva de la historia reciente de Covelo.
Más de un siglo dio para mucho. Concepción tuvo que dejar su Covelo natal en plena dictadura para encontrar una «vida mejor». A los 48 años, como tantas otras, emigró a Alemania para trabajar en una fábrica de porcelana. Allí estuvo doce años, hasta que pudo volver a casa. No se quería volver a ir y el alcalde de Covelo, Pablo Castillo, recuerda que «ata o último día que puido calcetou para toda a familia e prolongou ata o máximo posible a súa estancia en Maceira, onde tivo todo tipo de animais: galiñas, porcos, ovellas, vacas… e unha horta capaz de subministrar a todos os fillos e netos cada fin de semana».
Concepción ha visto decrecer y crecer a su familia. Fue madre de dos hijos, Carmen y Valentín, abuela de tres nietos, Silvia, Víctor y David, bisabuela de Sara y Alicia, y, también, reivindicaba como parte de su familia a su yerno Antonio y a su nuera Maria del Carmen. Además, recuerdan sus familiares, «que sempre levaba no seu corazón» a su hermano Sergio, que vive en Uruguay, y a su compañero de vida, Valentín, que murió hace unos años.
«Desde a Corporación Municipal de Covelo queremos expresar publicamente o noso máis sentido pésame e unha gratitude inmensa pola acollida afectuosa que a familia de Concha brindou sempre ao Concello durante todos estes anos. Foi unha honra poder celebrar xunto a ela os seus últimos aniversarios, compartindo momentos cheos de tenrura e admiración pola súa vitalidade», indican desde el Concello. El alcalde recuerda también que «Concha levaba a súa lonxevidade con ledicia, cunha lucidez sorprendente e un sorriso sempre preparado para quen se achegaba a visitala. Celebrámola en vida, e recordaremos sempre a súa historia e a converteron nun símbolo da esperanza e da historia viva da Paradanta. Ata sempre, Concha. O Concello de Covelo non poderá celebrar contigo outro aniversario, pero levarémoste sempre no corazón. Grazas por tanto, grazas por todo».