Un Deportivo de autor en la goleada ante el Mirandés

Breogán Blanco

TORRE DE MARATHÓN

LOF

13 sep 2025 . Actualizado a las 18:36 h.

Semana tranquila en Abegondo, con la vista puesta en un fin de semana en el que esperaba al Deportivo una de sus bestias negras: cuatro derrotas y cuatro empates ante el Mirandés en los últimos ocho encuentros. Una vez anunciada la alineación, me entraban dudas sobre el posicionamiento de las piezas y los cambios respecto a la pasada semana: 1-3-4-2-1 con Mella ocupando el carril derecho y Quagliata el izquierdo, la novedad de Luismi compartiendo el carril interior junto a Yeremay y la pareja Soriano-Villares en el mediocentro. Repetiré hasta la extenuación que se limita a David Mella jugando en el perfil opuesto al natural, a la vista están sus prestaciones en Leganés. Me gustó el papel de Luismi por dentro, muy participativo y vertical con el balón, algo que debemos esperar siempre de un mediapunta (más allá de sus goles). No obstante, Antonio Hidalgo introdujo novedades cuando el rival se situaba en bloque medio-bajo, en esta ocasión «acostando» Luismi y Yeremay intentando generar superioridades en los perfiles junto a los carrileros deportivistas.

El plan funcionó, por lo menos durante el primer tiempo, arraigado en una presión alta que ahogaba la salida de balón mirandesa. Los locales buscaron romper el partido en la segunda mitad, con jugadas que reunían superioridad y espacios para ambos equipos. Tras minutos de transiciones constantes, en las que se pudo sentenciar el encuentro, el conjunto blanquiazul buscó la solidez defensiva apostando por un bloque medio-bajo unido a un ataque posicional con la entrada de Escudero y Patiño, pero no había rastro alguno del acierto previo.

Repito el mantra de la semana pasada, me gusta el lado intervencionista de un entrenador, como resultado: la asociación Zakaria-Stoichkov previa al tercer gol, y todo lo que vino a posteriori. De igual modo, es muy importante identificar las debilidades, y ahí se puede decir que pecó de paciente el técnico catalán: tardó en emparejar a Ximo con el exdeportivista Hugo Novoa, que hacía sufrir a Luismi Cruz en cada acción y pudo variar la tendencia hacia un marcador más igualado. Si algo debemos tener en cuenta es que este Dépor ha llegado para pelear por algo más que la zona media, con variantes tácticas y conductuales no vistas desde hace años. Sigamos menguando las debilidades y potenciando las destrezas.