
El centrocampista inglés empieza a defender su 6 y a responder al cariño de una afición volcada en su primer encuentro como titular esta campaña
08 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.«Su partido contra el Levante le perjudicó mucho. Fue al matadero, aunque entiendo completamente al míster: ‘‘Os estoy diciendo que no está preparado y no paráis de hablar de él; ahí lo podéis ver’’». Pablo Martínez —36 años, quince temporadas en el fútbol profesional, tres cursos en el vestuario del Dépor— tenía argumentos para exculpar a Imanol Idiakez de lo sucedido en el Ciutat de Valencia. «Que en el fútbol hay unos procesos. Que eso está ahí. Es cierto que hay gente que se los puede saltar; pero la gran mayoría, no. El Patiño del final de temporada no tiene nada que ver con el que llegó. Y estoy seguro de que el de hoy es aún mejor. Solo se necesitaba paciencia», esgrimía el veterano central al referirse este verano al jugador que apadrinó: «Le dije que después de desayunar lo quería conmigo en el gimnasio. Es impresionante el cambio que fue pegando. Luego me venía a buscar, yo estaba tomando el café y me decía: «Martínez, deja el vaso y a trabajar». Pero eso no se ve».
El resultado se hizo perceptible en Riazor, más de once meses después. El tiempo transcurrido entre el estreno como titular de Charlie Patiño en España y el de su primera vez en el once en la campaña actual. Del desastre consolidado en aquel relevo a hurtadillas, en el descanso, a la ovación que escuchó el sábado frente al Sporting cuando cedió su plaza a Stoichkov en el minuto 67. Una réplica a menor intensidad del clamor que acompañó su nombre durante el anuncio de la alineación. Solo Yeremay acaparó más aplausos antes de empezar.
Arrancado el encuentro, el centrocampista demostró el crecimiento a golpe de intervenciones: en el momento de abandonar el campo nadie había dado más pases que él —63, como Dani Barcia, que acabaría con 78—. Contra el Levante, en septiembre del 2024, se quedó en el vestuario tras 16 envíos, al concluir la primera mitad. De intentar pasar desapercibido a reclamar responsabilidad. Del 28 al 6.
El nuevo dorsal que le acredita como integrante pleno del primer equipo, premia su evolución y encaja con la apreciación de Antonio Hidalgo, que en agosto lo veía más en esa posición de enlace que en la de 8. Mayor responsabilidad y mayor distancia hasta el área rival. En sus dos campañas de Championship, con el Blackpool y el Swansea, repitió números: tres goles, cuatro asistencias. Con el Deportivo no suma todavía ningún tanto ni pase definitivo, pero ya dobla la frecuencia de intervenciones respecto al promedio de su periplo por la segunda categoría inglesa.
La lesión de José Ángel y las molestias de Jose Gragera aún darán margen a Patiño para acabar de afinar su mejor versión.