Desembarco masivo de gijoneses en Riazor, más allá de las 564 entradas vendidas
TORRE DE MARATHÓN
La Mareona se prepara para visitar A Coruña y volver a dejar una gran imagen en las gradas de la casa deportivista
06 sep 2025 . Actualizado a las 10:53 h.Un partido entre el Deportivo y el Sporting de Gijón es siempre sinónimo de un gran desplazamiento por parte de ambas aficiones. Este año no será diferente y la Mareona estará presente en A Coruña con más de 600 aficionados que pudieron hacerse con las entradas que el Dépor puso a disposición del equipo asturiano, para las cuales recibieron más de 3.000 peticiones.
A pesar de ello, todo apunta a que el número de hinchas presentes será aun mayor a lo indicado por el número de localidades enviadas, ya que diversas peñas estuvieron durante los días previos buscando entradas a través de conocidos o diferentes contactos que tienen en A Coruña, logrando garantizar finalmente su presencia en el encuentro y un gran número de hinchas acudirán sin entrada el día del partido para intentar hacerse con una en los momentos previos al encuentro, por lo que el número total podría superar finalmente los mil.
La afición sportinguista protagonizó en diferentes ocasiones desplazamientos memorables en el estadio de Riazor, motivado en parte a la cercanía del principado con Galicia y a la rivalidad que enfrenta a ambos equipos. El año pasado más de 600 personas acudieron a la ciudad herculina para animar a su equipo, y en la temporada 2009-10 se produjo uno de los mayores desplazamientos que se recuerdan en Riazor, al acudir alrededor de 8.000 aficionados rojiblancos desde Gijón, lo que dejó una estampa ciertamente curiosa al pintar gran parte del estadio coruñés con los colores del equipo gijonés.
El partido de la temporada pasada jugado en Riazor el 24 de noviembre fue declarado por la Comisión Permanente contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte como partido de alto riesgo, lo que provocó una gran presencia policial en la ciudad durante el día del encuentro debido a la alta afluencia de aficionados visitantes.
Esto, además, no permitió abrir las taquillas en las horas previas al partido para la venta de entradas, lo que influyó en que ningún aficionado externo al Dépor pudiese hacerse con ellas.