Alberto Sánchez: «Era el momento de dar un salto, y el Deportivo no me lo podía dar»
TORRE DE MARATHÓN

«Era un chaval que jugaba en Plasencia, que prácticamente ni imaginaba poder vivir y dedicarme a esto. El Dépor me abrió las puertas del mundo profesional en el fútbol», dice tras ocho cursos de blanquiazul
31 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Se abre un nuevo capítulo en la vida de Alberto Sánchez (Plasencia, 2001). El guardameta puso fin a un ciclo de nada menos que ocho temporadas vistiendo la elástica del Dépor. Un club que le ha dado todo en su trayectoria, pero al que tiene que renunciar para seguir creciendo.
—Tenía un año más de contrato en el Dépor, pero tomó la decisión de rescindir.
—Era el momento de dar un salto, y el Deportivo no me lo podía dar. Hablé con el club y rápidamente nos entendimos. Lo más idóneo para todos era que yo saliera, así que lo acordamos amistosamente. Mucha gente se puso en contacto conmigo, también leí muchos comentarios positivos de gran parte de la afición... Me llena de orgullo leer que la gente se acuerda de mí y que está contenta con mi paso.
—¿Tenía otras expectativas para esta temporada o sabía que había llegado el momento de separar caminos?
—Lo veía venir. Existía una opción de seguir en el Fabril si se hubiese subido en el play off a Primera RFEF, pero no se dio. Era el momento de desvincularme.
—¿En caso de haber ascendido, habría continuado?
—Nunca se hubiese sabido, porque pasan muchas cosas, pero al estar en esa categoría habría sido una posibilidad.
—Se marcha tras haber disputado solo un partido con el primer equipo, pero después de muchos años en esa dinámica, tanto en entrenamientos como en convocatorias.
—Fue lo que espera cualquier canterano del club [el debut]. Como dice, había estado muchos años en dinámica y, por unas cosas u otras, no se había dado la oportunidad. El día que la tuve fue un momento muy especial que recordaré siempre.
—Vivió el ascenso con el Dépor, debutó y, después, tuvo que volver al Fabril. No es lo habitual.
—La verdad que no. Solo había podido disputar un partido con el primer equipo, tenía claro que quería volver a jugar y a tener minutos en el campo. Se abrió la posibilidad de volver al Fabril y me pareció que era un buen momento de tener continuidad. Fue una buena decisión. Esa temporada era lo que necesitaba: continuidad, hacer buenos partidos y una buena campaña. Era lo más idóneo para mi carrera.
—Llegó con 16 años, ¿qué significa el Dépor para usted?
—Es el club que me abrió las puertas del mundo profesional en el fútbol. Era un chaval que jugaba en Plasencia, que prácticamente ni imaginaba poder vivir y dedicarme a esto. Al Dépor solo le puedo decir palabras bonitas. Me formó como futbolista y como persona.
—Hay una imagen que dice mucho de usted: llorando tras el varapalo ante el Albacete.
—Fue muy duro, era muy joven. En ese momento tienes la sensación de que, quizás, se te ha escapado la oportunidad para siempre. Piensas que el club puede subir más adelante y que, a lo mejor, ya no tendrás la oportunidad de vivirlo desde dentro. Fue un palo muy duro, pero tuve la suerte de poder experimentarlo después.
—Leyendo su despedida da la sensación de que se marcha siendo un coruñés más.
—Llegué con 16, me voy con 24... Mi adolescencia-juventud la he vivido en A Coruña. Mis padres siguen viviendo allí, mi novia es de allí, mis amigos... He conocido a muchas personas. Gran parte de mi vida la tengo allí, así que siempre tendré algún lazo con la ciudad.
—¿Queda algo del Alberto que llegó siendo todavía un juvenil?
—Claro que sí. Sigo siendo un niño en muchas cosas, aunque hayan pasado los años. Me voy con mucho aprendizaje y muchos recuerdos. Si tengo que elegir uno, sería el día del ascenso. Fue uno de los mejores días de mi vida.
—Ya tiene enfocado su futuro.
—Sí, el entrenamiento de porteros es una parte de mi formación que me llama mucho la atención. Estuve dos años en el Orillamar. Supongo que en el futuro tiraré por ahí. Hice el curso de entrenador de porteros y tuve a Manu Sotelo dando clase. Coincidí con él, aunque no en el campo. Es una persona que ha ido creciendo, es un buen profesional y tiene mucho trabajo detrás.
«Tenía alguna propuesta más en Primera RFEF, pero tuve pocas dudas de unirme»
A Alberto le toca cambiar el chip y empezar a hablar del Dépor en pasado. No es fácil, pero en su cabeza solo está el Ourense CF y una liga que empieza hoy ante el filial del Athletic (19.30 horas, LaLiga+).
—Tiene con usted en Ourense a Adrián Guerrero.
—Sí, y la verdad que tener a alguien que hace conoces te lo hace más fácil. También está Yuste, que jugué con él en el Fabril hace unos años.
—Viene de ser protagonista en la Copa Federación.
—Estoy muy contento de haber podido ayudar al equipo con los penaltis, de que se pudiese ganar la copa y del pase a la siguiente fase.
—Fue el último test. Hoy arranca la liga.
—Tenemos muchas ganas de que empiece a rodar la pelota. Veo al equipo bastante bien, los compañeros hemos encajado bien y hemos hecho una buena pretemporada. Solo perdimos un partido. Fue precisamente contra el Dépor y solo llevábamos cinco entrenamientos. A partir de ahí el equipo ha competido muy bien, está preparado.
—Le llegó pronto el reencuentro con el Dépor.
—Un mes antes estaba entrenando con ellos... Fue un momento bonito volver a encontrarme con compañeros, poder hablar de cómo había sido mi salida. Llevaba muchos años en el Dépor y, aunque se me hizo extraño, fue especial.
—¿Qué le atrajo del Ourense CF?
—El interés que tuvo por mí desde, prácticamente, terminar la temporada pasada. Se pusieron en contacto y me transmitieron que querían contar conmigo. En ese aspecto tuve pocas dudas de unirme. Tenía alguna propuesta más en Primera RFEF, pero era una buena oportunidad. Creo que tomé una buena decisión.
—Este año en Primera Federación se implantará un sistema de videoarbitraje, ¿qué opina?
—Es una buena manera de profesionalizar la categoría. Creo que la va a hacer más justa y va a ayudar a todos, tanto a los árbitros como a los jugadores y cuerpos técnicos. Si se utiliza bien puede ser positivo.