
El club considera prioritario retener a sus referentes, que no están forzando la negociación, y remite a unas cláusulas que sumarían casi cien millones
16 ago 2025 . Actualizado a las 23:10 h.El pulso alcanza ya la condición de histórico. Porque mueve cifras sin precedentes en la categoría y tampoco en el mayor postor, y porque pulverizaría también el mayor registro marcado por el Deportivo en un mercado de traspasos. Pese a ello, la entidad coruñesa se mantiene firme, con la aquiescencia de los principales implicados en las operaciones: David Mella y Yeremay.
Ambos extremos, capitales en el ascenso desde Primera RFEF y la consolidación en el fútbol profesional, han recibido propuestas extraordinarias para futbolistas tan jóvenes que además no han jugado todavía al más alto nivel. Sin embargo, mañana saltarán al campo de Los Cármenes, salvo giro radical. Una alteración en la que no colaborará en absoluto el club propietario de su pase, aferrado a la vía Helton Leite, aunque las cifras en estos casos no tengan nada que ver con la que devolvió al portero a su Brasil natal.
Arrancando por la oferta más moderada, el Al Ahli ha trasladado su disposición a desembolsar doce millones por Mella. Al mismo tiempo, multiplicaría el salario del futbolista de Teo, de solo 20 años. Por cuatro, según apuntaba recientemente el diario As. No habrá venta por esa cantidad. La cláusula de rescisión es de veinte millones, a la altura, por lo menos, del roto que causaría tener que buscar reemplazo a estas alturas de mercado a quien representa una figura imprescindible dentro del plan del club. «Es una pieza clave para conseguir los máximos objetivos posibles», subrayaba a principios de semana Fernando Soriano. El director de fútbol redondeaba su intervención con un mensaje al jugador: «Solo puedo agradecer el compromiso que ha tenido siempre».
La frase llevaba carga de profundidad, porque a esas alturas, el más joven entre los integrantes del primer equipo ya había dado muestras de su fidelidad al Dépor. La misma probada hace tiempo por Yeremay. En el caso del canario, frente a una tentación todavía mayor.
Al dueño del 10 también le han dado ocasión de aumentar notablemente su sueldo y sigue entrenando con toda la normalidad posible en esa situación. Mientras tanto, el propietario de su pase sigue diciendo que no. Se lo dijo en junio al Como, cuando llamó con veinte millones. Aquello disparó los emolumentos del talento de El Polvorín hasta el nivel más alto en Segunda y también colocó a esa altura su cláusula de rescisión. Por eso no han servido de nada los treinta millones que ahora ha ofrecido el Sporting de Portugal. «No vamos a negociar con nadie», recalcó Massimo Benassi cuando asomaron los primeros pretendientes, y nada ha variado en la determinación verbalizada por el director general.
Menos probable todavía es que lo haga a mediados de agosto. Por ello, habría que sumar una oferta próxima a los 70 y la manifiesta voluntad del propio Yeremay. Esto es, tendría que solicitar salir y tener el respaldo de unos números absolutamente fuera de mercado. Baste para medir la desproporción el hecho de que el traspaso más alto logrado por la escuadra lisboeta (con la salida de Viktor Gyökeres al Arsenal) se quedó en 65 millones. Incorporar al sueco desde el Coventry de la Championship había colocado en 24 el techo de las compras del conjunto del José Alvalade (invirtió lo mismo en Manuel Ugarte, del Famalicão).
Cierto es que el caso de Mella no obligaría a un esfuerzo tan extraordinario por parte del Al Ahli, capaz de invertir cincuenta millones en Galeno o treinta en Gabri Veiga. El riesgo crece ahí para la entidad blanquiazul, con el récord de ventas fijado en los 25 de Flavio Conceiçao.