
Álvaro Mardones, Kevin Sánchez y Adrián Guerrero entrenaron toda la semana con el primer equipo y apuntan a tener minutos en Zaragoza
24 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.«Nada más terminar el Fabril, teníamos claro que dos, tres o cuatro futbolistas podrían entrenar con nosotros y tratar de ayudarnos. Nos van a aportar esta energía e ilusión para estos días». Es la reflexión de Gilsanz en la previa del partido de mañana (18.30 horas, LaLiga TV Hypermotion) en Zaragoza, en referencia a los tres canteranos que han entrenado toda la semana a sus órdenes: Adrián Guerrero, Kevin Sánchez y Álvaro Mardones.
Kevin Sánchez
El ascenso del delantero burgalés al primer equipo
«Ojalá este año ya no me toque más», aseguraba Kevin Sánchez hace solo una semana, anhelando que el Fabril siguiese peleando por el ascenso a Primera Federación hasta el final. Su deseo no se cumplió y al menos el atacante tuvo el consuelo de regresar a la dinámica del primer equipo, condición que mantendrá a partir del 30 de junio porque así lo indica su contrato.
Kevin (Burgos, 2005) es un delantero que destaca por su gran capacidad de desmarque y su velocidad a la hora de atacar los espacios libres. Esta campaña también comenzó a actuar como extremo en determinadas circunstancias, y la finalizó con 11 goles y 3 asistencias en 2.102 minutos con el Fabril. También tuvo la oportunidad de debutar en el fútbol profesional al participar con el primer equipo en Almería (26 minutos) y en Riazor contra el Levante (5). En Zaragoza, tiene muchas opciones de participar por las bajas de Zakaria y Barbero.
Sánchez se formó en el Burgos hasta que el Deportivo lo incorporó a su cantera con apenas 14 años, regresando así a la tierra de su abuelo (de Pontedeume). «Vine a hacer unas pruebas durante dos entrenamientos. Allí me dijeron que les había gustado bastante y me llevaron a Alicante a jugar un torneo con ellos. Con Mella me entendí muy bien y ya me ofrecieron fichar. Desde ese momento ha sido todo una locura. Ver cómo la gente vive el Dépor en A Coruña... La familia que se forma... Es todo impresionante», destaca el jugador.
Adrián Guerrero
Un extremo superdotado
Es todavía juvenil, pero a nadie le sorprenderá dentro del club que Adrián Guerrero (Ferrol, 2006) debute ya con el primer equipo. Con licencia del Fabril desde enero, no podrá jugar en Ponferrada la Copa de Campeones junto a sus compañeros de promoción. Con el filial, firmó una temporada escandalosa: 7 goles y una asistencia en 2.345 minutos. «Es un sueño poder estar entrenando con el primer equipo, después de once años en el club y de pasar por todas las categorías de fútbol base del Dépor. Estoy aquí para ayudar, para lo que necesiten, y dar el máximo», explicó el jueves.
«Lo tiene todo. Un físico de Primera (1,87 metros) que va a seguir mejorando; una condición técnica maravillosa; tiene una capacidad táctica muy buena porque puede jugar por fuera y por dentro; y luego, una personalidad extraordinaria. Ya en cadetes hablábamos en el club de que era un chico de fútbol profesional», describe Darío Cotelo, que fue su entrenador en Abegondo.
Guerrero lleva en el club desde los ocho años y fue campeón de España con la selección gallega sub-16 junto a los también deportivistas Manu Ferreiro, Lucas Castro, Rubén Fernández y Samu.
Álvaro Mardones
El ejemplo de evolución
Convocado con el primer equipo en cinco ocasiones (Cartagena, Racing, Cádiz, Mirandés y Tenerife, de forma consecutiva), pero sin llegar a debutar, regresó al Fabril hace un mes para afrontar el tramo decisivo de un curso que finalizó a un grandísimo nivel (1.602 minutos), tras iniciarlo con lesiones. Con la liga finalizada para el filial, se presenta como una buena alternativa a Petxa en el lateral derecho.
Mardones (Ferrol, 2005) es un ejemplo. «Sin ser alto, sacaba cosas importantes en todos sus duelos. Y hoy, viéndolo ya desde fuera, sigue igual. Tiene una utilización de cuerpo muy buena, que le permite realizar fintas y deshacerse de contrarios. Es trabajador, constante y con garra. Tiene un centro de gravedad muy bajo que le permite un notable nivel técnico», explica Javi Álvarez, uno de los responsables de su fichaje.
Hijo de Íñigo, exfutbolista en equipos de Segunda y Segunda B como el Aurrerá, Racing de Ferrol, Alicante y Guijuelo; se inició en el Libunca y jugó en el Racing en alevines y benjamines. El Dépor lo incorporó para su Infantil B y nunca pasó por el San Tirso, como los chavales punteros de su generación. «Él es un niño de final de año (23 de octubre) y además estaba mucho menos desarrollado que la mayoría de sus compañeros. El propio chico nos lo decía antes de la reunión con el club previa a cada temporada: ‘Si este año no me echan, a mí no me importa ir al B. Yo lo que quiero es jugar’», desveló su padre en La Voz