Proyecto Cómbaro: qué ecorregímenes de la PAC mejoran realmente la biodiversidad local
SOSTENIBILIDAD

Granxa A Cernada, Airas Moniz, Milhulloa, el CIAM, la USC y la consultoría Medrar participan en un proyecto que busca mejorar el entorno agroganadero
20 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Cada vez son más los agricultores que aplican alguno de los ecorregímenes de la política agraria común (PAC) en sus campos. Son prácticas voluntarias que buscan mejorar la sostenibilidad ambiental y climática por las que los productores reciben una compensación adicional. La cuestión es conocer qué prácticas son más efectivas para lograr ese objetivo en función de la zona en la que se apliquen. Descubrirlo es uno de los objetivos del proyecto Cómbaro, una iniciativa que nace de la unión de granxa A Cernada, como ganadería ecológica; Airas Moniz, como una quesería artesana, Milhulloa, como cooperativa rural dedicada al cultivo de plantas medicinales en ecológico, el grupo de investigación de pratenses del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM) y del grupo de biodiversidad de la USC. Para su desarrollo cuentan con el apoyo de la consultoría lucense Medrar.
Cuando comenzaron a trabajar en el proyecto la idea es comprobar que la producción ganadera de alto valor puede ser perfectamente compatible con la biodiversidad natural. Eso es lo que están tratando de probar en dos zonas de la provincia de Lugo. El objetivo, como ya explicaron en su día, es buscar la mejor combinación de ecorregímenes para recuperar espacios donde se han plantado cultivos como el maíz. En este sentido, como explica la web del proyecto, buscan establecer «indicadores que permitan evaluar la viabilidad tecno-económica y ambiental de las nuevas prácticas, al igual que su repercusión en la mejora del producto final ganadero».
Pero además de los beneficios económicos que se puedan lograr, también hay beneficios ambientales. Entre ellos, explican en la web, está la de promover la agricultura regenerativa y los modelos ecosistémicos «planteados permitirán no solo aumentar la materia orgánica como el uso de leguminosas y la fertilidad del suelo con especies mejorantes, «sino también una rotación de cultivos que permita aumentar la retención de agua y reducir el uso de fertilizantes, los cuales interfieren en el agua y el suelo». Del mismo modo, como añaden, contribuirá a la larga a conseguir suelos con mayor poder de captación de CO2 mitigando el efecto invernadero y consiguiendo hábitats naturales preservados y/o resilientes, gracias a la combinación de prácticas agrosostenibles que fomentan la biodiversidad.