«Me sé el concierto de memoria desde hace meses»: así se preparan las fans de Santiago para ver a Taylor Swift en Madrid y en Lisboa
VIVIR SANTIAGO
«Cuando conseguí la entrada para el Santiago Bernabéu me puse a llorar de la emoción», cuenta una de las afortunadas que asistirá a «The eras tour», que pasa el miércoles 29 y el jueves 30 por España. Los de Compostela dan fe de las tendencias que se viralizan por redes para aguantar de pie las casi cuatro horas que dura: estudiar la distribución del estadio, pañales para no tener que ir al baño, muchas pulseras intercambiables y las canciones en bucle una y otra vez
25 may 2024 . Actualizado a las 10:05 h.The Eras Tour, la esperada gira con la que Taylor Swift está recorriendo Europa, llega este fin de semana a la península ibérica. La intérprete, que dio ayer el primero de los dos conciertos programados en Lisboa, aterrizará en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid los próximos miércoles 29 y jueves 30 de mayo. Desde Santiago, unas cuantas afortunadas —recuerdan «odisea» que supuso hacerse con las entradas— peregrinan a ambas capitales para presenciar el acontecimiento que llevaban años esperando. Con emoción, cuentan en detalle cómo se han preparado durante este tiempo. Desde que consiguieron los pases, ha transcurrido casi un año. Hablando sobre el fenómeno fan que viraliza constantemente imágenes de grupos acampando en la entrada de los estadios y considerándose ellas mismas seguidoras de otros tantos artistas, coinciden en que ninguno les despierta lo mismo que Taylor Swift: «Cuando vi el anuncio de la gira, supe que tenía que conseguir una entrada».
A Madrid viajan en tren, aprovechando las promociones del estreno de los Avril. A Lisboa, en bus. Silvia cuenta cómo movilizó a todo su círculo familiar y de amistades para asegurarse las entradas en el momento en el que salieron. El sistema funcionaba a partir de unos códigos que mandaba la plataforma después de pasar por un registro, pero no todos los usuarios demandantes recibían uno. Esas claves eran las que permitían acceder a la venta, que se lanzó días después. «Creé grupos de WhatsApp para decirles que se apuntaran en Lisboa, en Madrid y en París. Yo hice lo mismo con todos los países que estaban disponibles y conseguí unos ocho códigos, pero después, en la compra, veía cómo se agotaban las entradas en todas las ciudades», explica esta joven. Unos pocos segundos le bastaron a Taylor Swift para hacer sold out en Estocolmo, en Ámsterdam, en Londres, en Berlín… y en las dos fechas de Madrid. «Fueron las últimas que salieron. Después de ver cómo se agotaban todos los otros conciertos y yo no conseguía nada, era mi última oportunidad», continúa Silvia, que al final consiguió hacerse con una.
«Lloré de la impotencia, de decir: "Dios, llevo días prácticamente sin dormir, levantándome a las cuatro de la mañana para que no se me pasara la hora, haciendo colas virtuales…"», recuerda. Comparte experiencia con otras seguidoras, que describen el proceso como «un desastre». «El día que iban a salir, estuve con un ataque de nervios toda la mañana», dice Belén, otra fan de la cantante. «Si vieras la escena, era graciosa. Estábamos las tres, cada una con varios ordenadores, llorando por lo que pudiera pasar. De hecho, una de mis amigas no había dormido nada esa noche», cuenta Elena Ramírez, otra fan que consiguió pases para la segunda fecha de Madrid. «Teníamos cuatro ordenadores y ojos atentos para los cuatro. Estuvimos horas esperando, mucha tensión y una cola eterna», añade Sabela Pimentel, estudiante de Filoloxía Inglesa en Santiago. Después de pensarlo y organizar, ella y sus amigas cogieron entradas para el concierto de Lisboa. Sabían que en las fechas de Madrid iban a tener los exámenes finales de la carrera.
Rocío V., en último año de Educación Primaria, cuenta cómo la fecha del concierto le motiva para terminar cuanto antes su TFG: «Estoy intentando dejarlo hecho para ir a Madrid más tranquila». Lo mismo explica Xiana Villaverde, compostelana estudiando en Vigo Tradución e Interpretación. «Se junta con el final del curso, pero también es cierto que lo sabíamos desde hacía tanto tiempo que ya entraba en nuestros planes descansar esos días», dice. Lo que sí que les condiciona es la preparación: la ropa que llevar ese día, el maquillaje, lo que va dentro de la mochila… «Todo está milimétricamente pensado», dice Elena Ramírez. Cuenta como una de sus amigas se está haciendo ella misma el vestido, pegando brillantes con una pistola de silicona uno a uno en un corpiño para recrear el vestuario real de Taylor Swift. Ella va a llevar ropa con purpurina en conjunto con su prima. Para el The Eras Tour, el dresscode pasa por vestirse con inspiración del disco de Taylor Swift —una era— que cada uno prefiera.
«Yo voy a ir con un vestido que es una mezcla entre Reputation y Fearless, unas uñas de gato por la canción que dice Karma is a cat —traducido del inglés como "el karma es un gato"— y un collar con una inicial, porque tiene otra letra en la que dice: "Quiero llevar un colgante con tu inicial"», continúa Elena. Llevarán también unas cuantas pulseras para intercambiar en la cola, las llamadas «friendship bracelets», mostradas en la imagen que precede a este párrafo y que los fans de Taylor Swift ya han instaurado como una tradición en sus conciertos. La idea es la siguiente: cada asistente hace las suyas propias con goma elástica y abalorios de colores. En la cola, antes de entrar, se los intercambian como un recuerdo más del día. La costumbre nace de una letra de la intérprete. «Todo lo que pierdes es un paso que das, entonces, haz pulseras de la amistad, toma el momento y pruébalo, no tienes por qué tener miedo», canta en You're On Your Own, Kid.
«Tenemos unas cincuenta hechas y yo tengo pensado hacer más en el tren de ida», explica Elena. Sabela, que lleva unas treinta, cuenta que las hizo todas en verano, meses antes de que llegara la fecha del concierto. «Ahora estoy con finales y sabía que no iba a poder», explica la joven. «Yo estoy en grupo y hay gente que dice. "Jo, no me están quedando bien, nadie me las va a querer así". Eso no es verdad. Da igual que sean bonitas o feas, lo haces por la experiencia. Vas a la cola para cambiar», continúa Silvia, que tiene la idea de llegar antes de tiempo a la cola no para coger sitio, si no por la experiencia de intercambiar pulseras y de conocer a otras seguidoras de Taylor Swift con las que compartir la euforia de las horas anteriores.
Pañales para aguantar las horas de cola
Corren por las redes vídeos de seguidoras preparándose para la fecha que llevan casi un año esperando. Probablemente, el más viral sea el de una usuaria que confesó haberse comprado paquetes de pañales «superabsorbentes» por el miedo de perder su sitio en el recinto en el caso de tener que ir al servicio: «Mucha gente se ha indignado por ello y no sé por qué (...) Si tienes que sortear a más de mil personas para ir al baño, pierdes media hora seguro», explica la tiktoker conocida como @eirasheper, que asistió al concierto de Taylor Swift en Estocolmo esta misma semana. «No huele, lleva perfumes y no pasa absolutamente nada», continúa, recordando que el concierto con teloneros son más de cuatro horas a mayores de lo que cada uno haga de cola.
Aunque las fans compostelanas no tienen pensado seguir su idea, han visto el vídeo y llegan a comprender la utilidad. Si tiene butaca en gradas no lo ven necesario, ya que aunque se levanten de su sitio, lo van a seguir teniendo numerado. El problema es para las personas que tienen entrada para la pista y quieren un sitio delante. Una vez dentro, llegar a los baños cuesta esfuerzo —sortear a multitudes de personas— y tiempo. Además, nada garantiza que a la vuelta el sitio siga estando libre. También circulan por TikTok publicaciones de fans descubriendo el Santiago Bernabéu, sus distancias e instalaciones para que las swifties las tengan en cuenta a la hora de moverse. «Nunca estuve en el Santiago Bernabéu, pero estuvimos buscando fotos para hacernos a la idea del espacio. También vídeos de los conciertos que está dando para ver cómo va a estar montado el escenario. Ya tenemos más o menos claro el lugar en el que queremos estar, más o menos a la mitad y orientadas un poco a la derecha», dice Clara Santiago, una fan compostelana de Taylor Swift.
Al recinto no dejan pasar ni cargadores portátiles —«me da un poco de miedo que se me quede el móvil sin batería y no pueda grabar», comenta una seguidora— ni botellas de agua. Este último dato llama especialmente la atención teniendo en cuenta el fallecimiento de una asistente en uno de los conciertos de Brasil por un golpe de calor. «Hay vídeos de Tiktok en los que te recomiendan beber dos litros de agua a la mañana, ir al servicio, y no volver a tomar líquidos para no tener que ir al baño. Yo creo que eso es peligroso», reflexiona Silvia. Para ella, muchos de los virales que ve en la redes son casos aislados y «muy estrafalarios». Ahora, con la cuenta atrás ya activada, todas se preparan para la cita musical del año.