José Manuel Camino: «Botei 36 anos vivindo disto, non tiven outro traballo»

Natalia Rodríguez Noguerol
Natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

SANTISO

XOAN A. SOLER

El último taxista de Santiso se jubiló hace dos años, por lo que sus paisanos perdieron un servicio esencial para ir al hospital a Santiago o comprar en Melide

22 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

En Santiso llegaron a trabajar hasta cuatro taxistas con licencia en el propio concello. Lo recuerda José Manuel Camino Romero cuando se le llama por haber sido el último en ofrecer ese servicio público, sin el que se quedaron en el municipio tras su jubilación, en septiembre de 2023. Los dos años que pasaron desde entonces no cambiaron, ni mucho menos, las necesidades que obligan a los vecinos a recurrir al transporte a la carta, «porque en Santiso hai moita xente maior», señala José Manuel. Y apunta bien. El Instituto Galego de Estadística cifra en 579 personas la población mayor de 65 años en el municipio: el 39,8 % del padrón municipal, con 1.454 habitantes.

Los mayores responden al perfil de cliente mayoritario para un taxista rural como fue este vecino de Visantoña en su municipio natal, a lo largo de sus casi 36 años de vida laboral. «É o tempo que botei vivindo disto, non tiven outro traballo», cuenta el taxista jubilado, al que «a maioría» de sus viajeros, que también eran legión entre sus paisanos, llamaban «para ir a Santiago ao hospital, a Melide para [entre otras gestiones] facer as compras ou ir ao banco, e tamén para desprazarse ao centro médico», explica. Desde el ambulatorio se le requirieron, asimismo, sus servicios el año de la pandemia y, desde el 2020 hasta que se retiró en el 2023, «levaba ao médico e á enfermeira á casa dos pacientes que tiñan que atender no propio domicilio», cuenta.

Todas esas necesidades no desaparecieron. «Eu ben vexo aos taxistas de Melide que baixan ata Santiso buscar a xente que o necesita», observa José Manuel Camino, que, en su día, retrasó «un ano e pico a xubilación. Tiña —recuerda— 66 anos e catro meses». Tras dos años sin el servicio cubierto, el último taxista de Santiso cree que «a xente non ten ganas de amarrarse a un traballo no que, coma este, hai que estar sempre pendente. Aquí —añade— hai que deixar o prato coa comida posta moitas veces».

24 horas, los 365 días del año

En efecto, el ofrecer un servicio 24 horas los 365 días del año es una de las condiciones que estableció el Concello de Santiso cuando en 2023 licitó la licencia de taxi que había quedado vacante antes de la jubilación de José Manuel Camino. «Era doutro taxista e caducáralle porque, ao levar un tempo xubilado, non a renovara», apunta el alcalde Manuel Adán (BNG). La plaza, para la que también puntuaba disponer de un vehículo adaptado y con calificación ecológica —entre otros requisitos—, quedó finalmente sin adjudicar, desierta, «a pesar de que lle demos publicidade e estivemos sondeando o interese en collela», señala el regidor. De hecho, «había un interesado, pero finalmente non callou», cuenta Adán. Las condiciones económicas para hacerse con la licencia de taxi no pudieron haber sido un impedimento; todo lo contrario. Porque la única exigencia era garantizar el abono de 60 euros de tasa municipal, «e a partir de aí, a oferta económica puntuaba», explica el alcalde. Ante la falta de candidatos para esa licencia vacante, el gobierno de Santiso no licitó la plaza que dejó libre Camino. «Obriga tampouco tivemos, pero miraremos se a ten que liberar», afirma Manuel Adán, que considera necesario el servicio de taxi porque recuerda que «hai unha demanda de persoas maiores que non conducen e non teñen familiares nin veciños dos que tirar».