Norberto Proupín, médico de Conxo recién jubilado: «No podemos estar con la primaria del año 70, urge un cambio a fondo»

Manolo fraga SANTIAGO / LA VOZ

AMES

PACO RODRÍGUEZ

«Antes veíamos más pacientes y ahora vemos más usuarios», según afirma

16 jun 2025 . Actualizado a las 12:26 h.

Llega con la emoción a flor de piel tras la comida con que lo sorprendió el personal del Centro de Salud de Conxo, donde fue responsable durante más de treinta años. Norberto Proupín Vázquez (Ames, 1955) es un médico que no querría retirarse: «Me jubilo porque me obliga la normativa actual, pero seguiría de buena gana un par de años más, porque me encuentro bien y es mi vocación». La comida de los compañeros fue «muy emocionante», porque se encontró con mucha más gente de la esperada y algunas sorpresas, como la asistencia de su primera residente, Beatriz Domínguez, y del último, Alberto Lema. «Ver a tantos profesionales con los que conviví tanto tiempo me emocionó. Siempre tuve buena relación con todos, así que es una gente a la que aprecio mucho», según afirma Proupín, al que todavía le queda otro homenaje, al menos, el del barrio el próximo viernes en una carpa que se instalará en la explanada del Centro Sociocultural de Conxo.

«Los vecinos querían a toda costa, a principios de los años 90, tener allí a sus propios médicos. Así que en un par de años todo el barrio se había inscrito en el nuevo centro de salud. Conxo me recibió muy bien y me aceptaron con cariño; así que esto fue determinante para que consolidase allí mi trayectoria profesional. Además, estaba en Santiago, con mi familia; y hoy me voy muy contento; aunque triste a la vez, porque no me iría aún», explica el clínico de atención primaria, cuya tesis doctoral trataba sobre el vértigo y se la dirigió el otorrinolaringólogo Carlos Martín.

El doctor Proupín es de la opinión de que el argumento de falta de médicos no justifica la duplicación de la Facultade de Medicina, tal como acaba de reivindicar la Universidade da Coruña. «Médicos hay. Lo que necesitamos es un cambio organizativo a fondo y de estructura en la primaria, porque la especializada ya la hizo en parte. No podemos estar con la primaria del año 70, necesita una reforma profunda y urgente», según advierte. «Antes veíamos más pacientes y ahora vemos más usuarios. Tengo cuarenta o cincuenta pacientes diarios, pero enfermos solo son una quinta parte; el resto viene por justificantes, informes laborales y de dependencias y otros trámites administrativos. Y las propias recetas también se podrían agilizar», agrega.

La enfermería puede crecer en tareas y atribuciones, pero «no por arte de magia», incorporando la formación correspondiente en el currículo de la carrera universitaria, apunta. «Así contribuiría a aliviar el peso del médico, a filtrar. La enfermería de primaria ha mejorado muchísimo, y tampoco me parecería mal que recetase, pero no hoy, antes debe adquirir la enseñanza pertinente», añade el profesional recién jubilado, que tenía algo más de dos mil pacientes, «gente mayor» la gran mayoría. «El paciente actual está mucho mejor atendido. El equipamiento y los recursos también han mejorado bastante. Hoy se hace mucha medicina preventiva, calendario de vacunas y programas de salud de todo tipo. Y esto es un éxito del sistema», según señala el clínico.

La gran afición de Norberto, que tiene dos gemelos de 17 años, fue la tuna, una actividad que nunca abandonó. Fue presidente de la Tuna Compostelana de la USC y el organizador del mítico certamen internacional de 1979, vicepresidente de la Asociación de Antiguos Tunos Compostelanos —entidad que gestiona el Museo Casa de la Troya— y miembro fundador de Troyanos de Compostela, agrupación veterana de pulso, púa y percusión. «Es una afición que cultivé desde chaval y nunca me desvinculé. Valoro la camaradería que hay en la tuna y, de hecho, conservo muchas amistades de entonces», concluye.

El homenaje. Conxo tributará un afectuoso homenaje al doctor Proupín, que se celebrará el viernes con una comida, a las 14 horas, en una carpa instalada en la explanada del centro sociocultural de Conxo. Las previsiones apuntan a un centenar de personas. El responsable organizativo es José Iglesias Otero: «Destacaría de Norberto su acierto en el diagnóstico y su calidad humana»