El imposible y fantástico teléfono móvil americano de Trump

César Rodríguez Pérez
C. Rodríguez REDACCIÓN

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Leah Millis | REUTERS

Escepticismo y muchas dudas ante el anuncio del lanzamiento de un aparato «fabricado en Estados Unidos» por parte del presidente estadounidense y su familia

25 jun 2025 . Actualizado a las 17:46 h.

Nadie lo ha visto, tocado o probado, pero ya ha sido protagonista de mil polémicas. Es el teléfono móvil americano que ha anunciado Donald Trump. Siempre más empresario que político, siempre pensando en lucrarse, el presidente estadounidense quiere hacer caja vendiendo acceso a internet y creando un smartphone tan excepcional y fantástico que muchos dudan que sea viable desarrollarlo y lanzarlo al mercado. 

El móvil de la familia Trump se llamará T1 Phone, tendrá color dorado (no hubo sorpresa en Las Gaunas) y en teoría costará 499 dólares (unos 480 euros). Será de gama media-alta, contará con una pantalla de 6.78 pulgadas, 256 gigas de almacenamiento y usará Android 15 como sistema operativo. Hay modelos en el mercado con estas características. ¿Por qué el de Trump llama la atención? Porque en teoría va a ser «diseñado y construido en Estados Unidos». 

Una promesa incumplida del neoyorquino fue conseguir que los iPhone, uno de los buques insiginia de la tecnología estadounidense, se fabrique en el país. Tim Cook, el primer ejecutivo de Appple, le ha dado largas en repetidas ocasiones. Los expertos consideran que no es probable que eso pase nunca, aunque Trump haya amenazado con imponer aranceles del 25 % a los móviles importados por la firma de la manzana.

¿Puede Trump hacerlo? ¿Es viable fabricar un móvil con esas características a ese precio en Estados Unidos? No hay ningún indicio sólido. Vistas las dimensiones y las características en la web que promociona el aparato, sería extraño que no fuera chino. 

Imagen conceptual del móvil de Trump
Imagen conceptual del móvil de Trump

Ante el escepticismo generalizado de la prensa especializada, los hjjos de Trump matizaron un poco el anuncio: «Con el tiempo, todos los teléfonos podrán fabricarse en Estados Unidos». ¿Despejaron las incógnitas? No. Siguen todas ahí: ¿comercializarán el dispositivo a tiempo? ¿Será el clon de un dron chino? ¿Qué tipo de aplicaciones equipará? ¿Lo aprovechará la familia Trump para vender sus criptomonedas? En las redes sociales ha tenido fortuna un chiste: ¿en el T1 solo será posible escribir en mayúsculas, como hace su promotor?

La gran pregunta es: ¿Lo usará personalmente el propio Donald? El presidente estadounidense emplea un iPhone para sus llamadas. Y tiene un número personal al que siempre responde, aunque no conozca a su interlocutor (lo que ha generado inquietud sobre la seguridad de su comunicaciones), ¿podría emplear uno de sus aparatos? Parece difícil.

El desembarco de la familia Trump en la movilidad no se reduce a la venta de aparatos. Su aventura empresarial supone también comercializar servicios de acceso a internet. 

Los Trump no han desplegado una red propia. Serán simples revendedores de los servicios de otros. Y usarán la red del operador T-Mobile, uno de los tres principales de Estados Unidos, lo que les ha causado un disgusto y otra polémica. 

El mapa de cobertura que incluyeron en el sitio web de Trump Mobile mostraba la denominación clásica del Golfo de México, la que intentó cambiar por decreto Trump cuando llegó a la Casa Blanca por segunda vez. La que provocó el veto a los reporteros de la agencia AP, que se negaron a someterse al capricho del neoyorquino.

Ahora ese mapa de cobertura ha desaparecido de la web, pero no las ofertas de un servicio que costará 47,45 dólares al mes. Es una tarifa que hace alusión a los números de las dos presidencias de Trump, la 47 y la 45, y que no resulta especialmente competitiva.

La gran baza comercial de esta nueva aventura empresarial es obvia: buscar que los partidarios MAGA (Make America Great Again) más acérrimos lo contraten sin pensarlo mucho, por su fidelidad extrema y ciega al neoyorquino. No hay ningún otro argumento a favor de que se pueda reservar ya un terminal rodeado de tantas dudas. Pagando cien dólares ahora mismo. Y el resto cuando lo envíen, envíen lo que envíen. ¿Hay una mejor descripción de una compra a ciegas?