Enrique Dobarro, presidente del Club Naval de Pontevedra: «Tener un pantalán entero inutilizado por los lodos nos está ahogando»

PONTEVEDRA CIUDAD

El nuevo presidente de la histórica entidad apuesta por abrirla a la sociedad
18 abr 2025 . Actualizado a las 04:55 h.El nuevo presidente del Club Naval de Pontevedra, el abogado Enrique Dobarro Buitrago (Pontevedra, 1968) no es ni mucho menos un novato en la entidad. Esta vinculado al Club desde niño. Primero como deportista y desde 1993, como socio de número. Sin dejar a un lado el piragüismo —sigue representando al Naval en la categoría de veteranos—, ahora da el paso de ponerse al frente de la entidad con una directiva formada por seis personas cargadas de ilusión que pretenden inyectarle aire fresco a una institución histórica en la ciudad.
—¿Cuántos socios tiene el Club Naval?
—El censo electoral reflejaba 151. Desde que se cerró ha habido alguna alta y alguna baja, pero andamos sobre esa cifra de socios de número y tenemos unos 40 socios deportivos. En cuanto a los barcos, tenemos una ocupación media de 69, aunque en invierno baja algo.
—¿Que servicios ofrece?
—Ser socio es una condición para poder tener el barco amarrado. Aunque no todos tienen barco, obviamente. Los socios tienen acceso al gimnasio y al aparcamiento, que no es que sean muchas plazas, pero son las que dan el espacio que tenemos.
—¿Cuanto se paga?
—La cuota son 24 euros al mes. Con acceso ilimitado al gimnasio, es un chollo. El socio deportivo paga 20 euros al mes. Y los barcos, en función de los metros amarre.
—Usted defiende que el Club Naval debe abrirse más a la sociedad pontevedresa. ¿Cual es el planteamiento?
—Sigo creyendo de verdad que debemos tener mucha más proyección social, abrir el Club Naval a la gente de Pontevedra. Tenemos varias ideas en mente. Iniciar una línea de turismo activo, que la gente se acerque que río y lo conozca; poner a disposición de los socios las embarcaciones del club para hacer excursiones, paseos; organizar algún evento puntual de cara a la sociedad, algún evento anual como reunión de socios que sirva como escaparate para captar nuevos socios.... Estamos dándole vueltas a muchas cosas. También queremos, en función de la disponibilidad presupuestaria, adaptar y modernizar el gimnasio para tratar de captar socios, sobre todo gente de proximidad.
—¿Seguir pelando por el dragado será uno de los caballos de batalla de la nueva directiva?
—Si. Tenemos tres pantalanes y uno de ellos está totalmente inutilizado. Es un tercio de la ocupación, y Portos nos cobra el canon de explotación íntegro por toda la lámina de agua que ocupan los tres pantalanes. Obviamente, es un lastre económico para el Club. Es una de las cosas que tenemos que ver.
—¿En qué sentido?
—Yo entiendo que el dragado es importante para toda la ría, por supuesto, pero nosotros tenemos una singularidad: estamos pagando por esos metros de concesión sin poder disfrutar de la totalidad de los puntos de amarre. Es una de las cosas que hay que hacerle ver a la Administración. Yo sé que desde el punto de vista del Derecho administrativo o tributario nos van a decir que eso está en el título de la concesión, pero habría que ver si las condiciones de profundidad y de calado que figuran en el título concesional se están cumpliendo en estos momentos. Hay que reunirse con ellos y ver qué se puede hacer.

—Imagino que pasados estos días de traspaso de poderes, se comenzarán a reunir con las Administraciones.
—Efectivamente. Estoy poniéndome al día, y parece que ahora el dragado puede estar más cerca por el informe del CEDEX sobre los puntos de vertido. Parece que hay una propuesta para depositar los lodos del Lérez, y eso nos hace ver que la obra se podría hacer con mayor celeridad. Eso sería lo ideal. Pero insisto en que el dragado del espacio que tenemos en nuestro título de concesión debería de ser una singularidad, tener una cierta prioridad porque tener un pantalán entero inutilizado es algo que económicamente nos está ahogando, Si pudiésemos disponer de las 135 plazas de amarre que teóricamente nos da el título, no tendríamos ningún problema económico.
—¿Los tienen?
—No es que estemos mal, pero tampoco estamos todo lo bien que podríamos estar. El puerto es del año 93, las obras se acabaron en el 95, y el año pasado hubo que abordar una obra complicada, costosa, de unos 40.000 euros; ahora estamos con una segunda parte que cuesta otros 15.000. Para una entidad que tiene limitada la explotación económica, esos gastos nos afectan, claro.
—¿Ese pantalán inutilizado qué son, unos 40 barcos?
—Eso depende del tamaño del barco, pero sí, un tercio de la capacidad del Club. Ese primer pantalán está totalmente inutilizado, pero al segundo cuando son mareas muy vivas también le afecta bastante, sobre todo la cara interior. Y ahora mismo, la parte del pantalán de acceso de los deportistas al agua también se está quedando 100 % en seco. Hay días en que no se puede salir por ahí. Eso de cara a la promoción, a organizar cursos de verano, pues nos va lastrando también.
—¿Ampliar pantalanes está descartado? En su día hubo una propuesta.
—Ahora mismo no hace falta. Nos conformaríamos con poder usar el 100 % de lo que tenemos concedido.
—¿Cómo se llegó a esta situación? Un puerto deportivo con un pantalán inutilizado...
—En la mesa de juntas de club hay fotos de una extracción de lodos hace años en la que estuvieron echando una mano el olímpico David Cal o Magín Froiz que fue directivo de nuestra entidad. Me consta que Portos era conocedor de la situación, pero no sé por qué motivo nunca se lo tomó en serio o nunca pensó que se pudiera llegar hasta este punto. Pero lo cierto es que la casa está sin barrer y esto va en aumento.
—Con Portos tienen otro frente abierto que es el uso de la planta superior como sala de fiestas.
—Si, es una situación delicada. Yo espero que la parte del expediente de Portos que afecta al Club se cierre de modo favorable. La parte que afecta a la sala, con un más que probable contencioso con los vecinos, también espero que sea favorable, pero eso no está en nuestra manos.
—¿Cómo está el asunto?
—Esta semana, cuando estábamos con el traspaso de poderes de una directiva a otra, llamó Portos y al día siguiente realizaron una inspección del local. Al club le requirieron un proyecto visado y un estudio sobre si la estructura soporta la carga. Vino una empresa externa nombrada por Portos de Galicia a realizar esa inspección. En principios la impresión es buena, y ahí estamos, esperando la resolución de ese expediente en lo que al Club concierne.