«Me quedo mil veces con el paritorio provisional del Cristal. El del Materno eran cuatro paredes sin luz ni aire»

OURENSE CIUDAD

La madre de la primera bebé nacida en las nuevas instalaciones dio a luz hace justo dos años a su primer hijo en las del viejo edificio: «Aquello era un horno. Mi marido tuvo que estar todo el rato abanicándome»
01 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El 12 de julio del 2023 Lidia Santos daba a luz a Hugo, su primer hijo, en el edificio Materno Infantil del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). Este 30 de julio del 2025, a las cinco de la mañana, volvía a ingresar en el mismo centro para traer al mundo a Patricia. Apenas una hora después le contaron que ese día se iba a proceder al cambio del servicio a las nuevas instalaciones preparadas en el edificio Cristal para acoger los nacimientos de forma provisional mientras no terminan de ejecutarse las obras de ampliación del CHUO. Un cambio que ha generado protestas por parte de algunas de las embarazadas que darán a luz próximamente y también de profesionales que atienden el servicio, pero del que ella no tenía ni idea. «Tampoco me había enterado de que existía ese malestar, la verdad. Mi única preocupación cuando me trasladaron, que fue sobre las diez, era que me iba a tocar probar todo a mí, porque no había ninguna otra mujer para dar a luz. Pensaba si con el cambio podría quedarse algo olvidado en la otra zona. Pero no hubo ningún problema. Hice dilatación, paritorio y despertar ya en el Cristal y todo salió perfecto y estuve muy bien atendida», cuenta. Su hija, Patricia, vino al mundo en un parto natural a las 13.30 horas y pesó 3,100 kilos.
Lidia asegura que este segundo alumbramiento ha sido mucho más confortable que el primero: «Cuando nació Hugo lo pasé fatal, y no solo por el parto. Dilatación del Materno era una habitación que estaba abajo del todo, sin aire, sin luz, sin nada. Solo las cuatro paredes. Ese día hacía además mucho calor y yo me estaba deshaciendo en sudor. Aquello era un horno. Mi marido estuvo todo el rato abanicándome. Esto no se parece en nada. Hay ventanas, tienes mucha luz natural, hay aire acondicionado...». Dice que, si tuviese que repetir, optaría por la nueva ubicación. «Es mi opinión, claro, pero desde luego, yo que he usado los dos, me quedo mil veces con el del Cristal sin dudarlo. Es muchísimo más agradable», asegura. De todos modos, esta vecina de Maside de 27 años apostilla que no necesitará más el servicio porque ella y su marido, José Manuel Bernárdez, no se plantean seguir aumentando la familia. «Ya tenemos dos, niño y niña. Ya hemos cumplido», concluye.