Ourense CF y Arenteiro llegaron a la meta por dos caminos muy distintos

OURENSE

El segundo derbi de la temporada, en Espiñedo, resultó emocionante y repartió los puntos
El segundo derbi de la temporada, en Espiñedo, resultó emocionante y repartió los puntos Santi M. Amil

Las bajas mermaron el plantel carballiñés y Pablo López prendió la chispa

28 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El grupo 1 de la Primera Diputación planteó una competición llena de trampas a lo largo del torneo y, en esas aguas revueltas, tanto el Ourense CF (51 puntos) como el CD Arenteiro (48) se afianzaron en la categoría, apuntando en distintas fases a objetivos mayores, pero también con complicaciones que preocuparon en sus distintas oficinas.

Primera Vuelta

Eclosión verde. Después de un año de notable regularidad con Javi Rey en el banquillo. El Arenteiro mejoró el registro de los 26 puntos que había anotado antes y después del ecuador del torneo. Partiendo de un plantel con muchas novedades Raúl Jardiel afianzó pronto un elenco que con la batuta atacante en manos de David Ferreiro era tan consistente como efectivo. Llegó al intermedio sexto con 29 puntos, a solo dos de la promoción. Al contrario, el novato Ourense CF tardó en ganar hasta la décima jornada, ya en la interinidad de Adrián Abalo, al echarse a un lado Rubén Domínguez, el técnico de los ascensos consecutivos. La llegada de Pablo López le dio un impulso necesario a un plantel que cerró la primera ronda con 21 puntos, ya a solo dos de la zona de permanencia, en plena línea emergente. 

Segunda Vuelta

La plantilla azulona adelantó plazos. El Ourense CF llegó a su destino varias semanas antes de lo que apuntaba en los albores del torneo. Sus 30 puntos (el menos goleado con 12 tantos) en la segunda mitad de la competición marcan un ritmo prácticamente de ascenso, sin olvidar que solo sumó un punto en las tres últimas jornadas. Después de vencer al campeón Cultural Leonesa, esos 50 puntos eran como un tesoro y el esfuerzo pasó factura. La segunda parte del torneo fue todo lo contrario en Espiñedo. Al adiós de Javi Moreno, rumbo a Albacete, se unió la lesión de Diego García y el regreso de Diego Gómez al Dépor. Después de 10 porterías a cero en los 20 primeros partidos, solo fueron capaces de sumar una más en los siguientes. Consecuencia: los 19 puntos de la ronda complementaria solo los empeoraron el Barakaldo y la Segoviana. Y, claro, tocó sufrir. Quizás no tanto como pueda parecer, pero salvar la categoría se encareció. Fueron necesarios 46 puntos y nadie había sido colista con 41, por cierto, un Amorebieta recién caído de la Segunda División. 

Onces definidos

Ideas muy claras en O Couto y Espiñedo. Pablo López, que sí combinó a muchos de sus futbolistas (dos por puesto en la segunda vuelta) acabó confiando en un once de referencia: Marqueta, escoltado por Miguel Prado, Carmona, Zalaya y Hugo Sanz. Fidalgo y Jerin en la medular, con Jairo en distintas funciones, más Alberto Gil y Josema Raigal para acompañar a Carbonell. Este último fue su máximo goleador con 13 dianas, solo superado por Fuentes (Tarazona), que llegó a 16. Andrada también fue titular en el lateral derecho en 21 ocasiones, pero con menos minutos. Para Raúl Jardiel, tampoco hubo muchas dudas y las alternativas se deben más al adiós de Moreno y Gómez. Diego García fue indiscutible bajo palos, con Jordan, Borge (terminó siendo el más asiduo por el central ovetense), Mangel e Iano. Tarsi y Martín Solar fueron los dueños de la sala de máquinas, con Pascu, Ferreiro y Enol (como volante o punta), más el artillero Baselga. Curro Rivelott, Yac Diori y Jaume Cuéllar también aparecieron en la formación de salida, aunque no terminaron de asentarse en una rotación que fue perdiendo efectivos en el tramo final del torneo.