Salvador Illa. Exministro de la mascarilla. Filósofo de formación. Fama de prudente. Preside la Generalitat. «Hombre de confianza» de Donde Dije Pedro, aunque esto no signifique nada, que se lo pregunten a Peter Desolado. A veces suena para sucederle, claro que hablamos del eterno resiliente, a lo mejor no hay sucesor. Illa. Tocándose el puente de la nariz al poco de hacer puenting verbal. Dice que Isabel Díaz, alias Ayuso, «parece echar de menos el terrorismo y el secesionismo». El filósofo chapotea donde la novia de Madrid y de González Amador se hace sus largos. Ni que estuviera vacante la portavocía de Vox. Con lo fácil que sería criticar a Ayuso con argumentos, áticos o residencias. Hasta Alberto Vamos a Estar a tu Lado Feijoo sabe que se le puede hacer tal colección de trajes que Isabel se puede ahorrar el sastre. Pero añorar el terrorismo. Salvador, ¿no te habrás pasado tres masías? Illa, como síntoma del panorama político español. Donde hasta los pensadores hablan sin pensar.