El CIS de Tezanos

Juan de Dios Ruano Gómez PROFESOR TITULAR DE SOCIOLOGÍA POLÍTICA EN LA UNIVERSIDADE DA CORUÑA

OPINIÓN

08 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La máquina de hacer ruido social, político y mediático en que se ha convertido el llamado CIS de Tezanos constituye una de las mayores preocupaciones de la comunidad científico social española. El propio Senado ha creado una comisión de investigación para examinar la gestión del actual presidente del CIS. En ella, los sucesivos comparecientes del mundo profesional y académico de la sociología y la ciencia política española están poniendo en evidencia, uno tras otro, la falta de rigor científico, la parcialidad y los sistemáticos errores que duplican, triplican y hasta quintuplican sesgadamente las estimaciones de voto de las formaciones políticas del arco parlamentario, a beneficio de los partidos que apoyan al Gobierno de Sánchez.

El espejo sociológico en el que debería reflejarse la sociedad española ha sido convertido por el llamado CIS de Tezanos en un espejo de feria que deforma la altura normal de quien espera verse reflejado en él. A sus acreditados errores, que no son debidos al azar, como ha sido demostrado estadísticamente en la comisión, se le añade la mala praxis profesional en la redacción de cuestionarios con preguntas sesgadas mediante frases o «morcillas ideológicas» que inducen a la persona entrevistada a contestar lo que el CIS de Tezanos cree que desea o necesita la actual presidencia del Gobierno; que, por otra parte, no cree en las estimaciones de voto que le ofrece, ya que emplea a un experto en demoscopia cuyo método de análisis es el que convencionalmente usaba antes el CIS y el que siguen usando el resto de profesionales.

La lamentable ruptura de la serie histórica de preguntas que, redactadas con una cuidadosa y contrastada neutralidad, permitía a los investigadores sociales y políticos realizar comparativas de la opinión pública española en diferentes etapas ha desaparecido de sus barómetros de opinión, causando un auténtico agujero negro en la sociología. Y la exigible neutralidad y objetividad de este organismo público está siendo conculcada hasta el punto de ser reprobado en febrero del 2024 por la Junta Electoral Central y el pasado 9 de abril por el propio Tribunal Supremo, que condenó al CIS de Tezanos por no preservar la igualdad entre los candidatos que concurren a las elecciones. Ojalá que pronto volvamos a tener un CIS sin apellidos, un Centro de Investigaciones Sociológicas a la altura de la sociedad española.