
Los directivos y empresarios gallegos afrontan el año 2025 con expectativas moderadamente optimistas, según se desprende de la 21 edición del informe Perspectivas España 2025, que hemos realizado en KPMG en colaboración con la CEOE, en el que el 74 % de las empresas gallegas esperan aumentar ventas, frente al 71 % de la media española. En materia de inversión y empleo la tendencia es similar, ya que el 65 % de los encuestados incrementarán su inversión en el 2025 y la mitad de los directivos de empresas gallegas asegura que aumentará plantilla, lo que suponen cifras superiores a la media del resto de España.
Sin embargo, estas buenas perspectivas de los empresarios gallegos se ven ensombrecidas en parte por el impacto que puede tener la existencia de un arco parlamentario fragmentado en España. Así, el 55 % de los directivos de empresas gallegas sitúan la incertidumbre política como la principal amenaza para la economía española en los próximos doce meses, seguida por la inseguridad jurídica, que es mencionada por el 47 %, así como los cambios regulatorios, que preocupan al 33 %.
Asimismo, son conscientes de los desafíos que tienen por delante. Por esa razón siguen apostando por la digitalización y el talento, claves en la transformación del tejido productivo, sin perder de vista la compleja evolución del entorno geopolítico y las medidas proteccionistas que pueden afectar a sus negocios.
La modernización de las pymes mediante herramientas tecnológicas y la inteligencia artificial se presenta como un factor determinante para la competitividad, a tenor de que el 91 % de los encuestados en Galicia aseguran que ha invertido o va a invertir en ellas en los próximos meses, frente al 85 % de la media del resto del país.
En cuanto al talento, un 63 % de los empresarios gallegos aseguran tener dificultades para incorporar el talento necesario para alcanzar sus objetivos de negocio, siendo la media del 59 % en el resto del país. Para mejorar en este asunto tan crucial, una de cada tres empresas gallegas cuenta con programas de formación y ha puesto en marcha proyectos empresariales atractivos y modelos de trabajo flexible como parte de la propuesta de valor para sus empleados, así como para atraer talento en el mercado.
Estas perspectivas de las empresas gallegas son fruto del buen tono que perciben los directivos de la situación económica de Galicia ya que un 59 % la califican de buena o excelente, frente al 41 % que responden en este sentido en el resto del país, siendo también mejor la tendencia gallega en la previsión para los próximos doce meses que la de sus homólogos del resto de España.
En definitiva, a pesar de las buenas perspectivas antes citadas, el entorno actual tanto regulatorio como geopolítico es tremendamente incierto, por lo que las compañías deberán tener un rumbo claro en su estrategia futura y, a la vez, ser flexibles en la toma de decisiones. Estoy convencido de que el buen hacer y la resiliencia de las empresas y directivos gallegos hará que afronten el futuro con éxito, y «se chove, que chova».