Relevo al frente de la Federación de Peñas del Racing de Ferrol: «Hay que recuperar la comunión entre el equipo y la afición»

OPA RACING

Tono Gallego asume la presidencia que deja Pablo Bueno, nuevo vicepresidente: «Ir a A Malata debe volver a ser sinónimo de pasarlo bien»
18 jun 2025 . Actualizado a las 23:28 h.Dos chavales que llevan desde niños viendo jugar al Racing de Ferrol son uña y carne al frente de la Federación de Peñas del club. Pablo Bueno (presidente de Marea Verde) y Tono Gallego (en D’Tapas) crecieron con el racinguismo en la sangre. Compartieron grada, emociones, desplazamientos, ascensos y decepciones. «Nos conocimos gritando en las gradas», recuerda bromeando Pablo. Bueno lleva en este organismo dieciséis años, los ocho primeros como segundo de a bordo del primer líder de las peñas, Carlos Morandeira, y los ocho siguientes como presidente. Mientras que Tono se enroló en la federación hace tres, de la mano de una de las peñas surgidas en la nueva oleada de masa social. Y ahora intercambian sus papeles. «El trabajo en equipo seguirá siendo la clave de todo», defienden ambos.
Este cambio de fichas responde a una decisión «meditada» y con ganas de savia nueva el frente del organismo. «Pablo necesitaba un descanso y yo tenía ganas de asumir el reto», explica Tono Gallego. Ya es el nuevo presidente de una federación de la que Pablo ocupa ahora una de las dos vicepresidencias: «A nivel personal y laboral necesitaba parar un poco, y sabía que Tono era la persona ideal», valora.
La historia de Tono con el Racing comenzó cuando apenas tenía siete años, gracias a «unas tarjetitas», recuerda, que repartía el club a los niños y que les daban acceso a los partidos. Pronto empezó a acudir por su cuenta. «Llevo siendo socio desde entonces, salvo un paréntesis cuando me fui a vivir fuera», recuerda. Su vinculación más activa con el movimiento peñista arrancó primero en Bahamonde y luego en la Curva Verde, un colectivo surgido de forma espontánea en Fondo Sur, comenta. Más adelante llegaría su implicación con D’Tapas, nacida de un grupo joven con el que solía coincidir en los desplazamientos. «Al final me liaron, claro. A mí es fácil liarme si se trata del Racing», bromea.
Nuevo curso
Toca pensar en los deberes del nuevo curso. Para Tono, el reto tras el descenso a Primera Federación es volver a crear esa comunión entre el equipo y los aficionados. «Siempre hay una bajada de gente tras un descenso, pero no creo que sea tan pronunciada como algunos piensan. La afición sigue con hambre de Racing. Hay que recuperar ese buen rollo, esa comunión que hubo en el año del ascenso y el primero en Segunda. Ir a A Malata debe volver a ser sinónimo de pasarlo bien. En Ferrol, si nos das un equipo que pelee y lo de todo, la gente lo va a apoyar. El año del ascenso hubo una racha de 12 o 13 partidos sin ganar y no hubo problema, porque el compromiso se veía», defiende. Y añade: «Este descenso fue casi por incomparecencia. En muy pocos momentos se tuvo la sensación de que podíamos salvarnos». Además, valora que la nueva categoría ofrece una ventaja logística con otros cinco equipos gallegos. «Hay más equipos cercanos. Si tienes un equipo competitivo y que transmita, y encima puedes organizar desplazamientos a sitios próximos, son ingredientes muy apetitosos», desea.

La trayectoria de Pablo dentro de la Federación de Peñas está íntimamente ligada a la historia del racinguismo. «La Federación surgió tras el ascenso del año 2000. Aquellos primeros años fueron un boom de peñas, pero muchas acabaron desapareciendo o perdiendo actividad», recuerda. Solo Marea Verde y Morandeira siguen activas desde entonces (y se mantiene Baamonde). La primera etapa fue «caótica», rememora, con muchas iniciativas improvisadas y falta de estructura. Pero destaca el trabajo y el impulso que supuso la implicación de Carlos Morandeira, a quien Pablo acompañó como vicepresidente. «Carlos fue quien lo reflotó. Hablamos y dijimos: ‘Vamos a intentarlo, y si no, quedamos las dos peñas y ya está’», comenta.
Durante su presidencia, la Federación ha crecido en número, actividad y cohesión. «De tres peñas pasamos a once oficiales, con estatutos y todo en regla. Ocho están en Ferrol y tres fuera, y la implicación de todas es muy alta», ensalza Pablo. Y destaca esta implicación social, con racinguistas en todos los desplazamientos, y un ejemplo, el de Oviedo. «Lo de Oviedo fue espectacular, con toda la grada llena de racinguistas… fue un momento estelar, de esos que no se olvidan». Tono ensalza su legado. «Para mí es muy importante tener a Pablo ahí, pero aunque hay cabezas visibles esto es un trabajo de todos».