
El 27 de mayo se culminaba el histórico ascenso y Héber Pena, que descarta colgar las botas, se apunta a la reconstrucción para poder volver a vivir momentos como ese: «Estamos en buenas manos»
28 may 2025 . Actualizado a las 23:06 h.Dos años. El martes se cumplían dos años desde que Jaume Jardí catapultó al Racing Club Ferrol de vuelta al fútbol profesional frente al Celta Fortuna en un estadio de A Malata en el que no cabía un alfiler . Y un día como mañana, un 29 de mayo del 2023, Ferrol se echaba a la calle para que los héroes del ascenso, que recorrieron la ciudad en un autobús descapotable rotulado para la ocasión, sintiesen que la marea verde tenía más fuerza que nunca.
? ROLDA DE PRENSA | Heber, na semana do #RacingFerrolRealSporting
— Racing Club Ferrol (@racingferrolsad) May 28, 2025
? "Vamos a intentar terminar el año de la mejor manera posible y devolver el apoyo de la afición con los tres puntos."
? "Lo que importa es el Racing y que el club siga creciendo como lo está haciendo."
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Así se ejemplificó en una primera vuelta de aúpa el pasado curso en la que el recién ascendido Racing lo arrasó todo, con una propuesta atractiva de fútbol en la que la verticalidad que aportaba la dupla Vicente-Pena en los carriles exteriores se complementaba a la perfección con el asociacionismo Losada-Señé en el corazón del campo. Fútbol champán que valió para brindar con subcampeonato de invierno.

Y el tiempo empezó a correr demasiado deprisa en A Malata tras la marcha de Carlos Vicente al Deportivo Alavés para que la mítica frase de Valdano de que el fútbol son estados de ánimo empezase a cobrar forma en un fortín de la ría, que pasó de feudo inexpugnable a postularse como uno de los campos más asequibles para los rivales en el presente curso. Pese a todo ello, no dudó en volver a casa el naronés Héber Pena (1990), que tras una breve estancia en Portugal regresó para tratar de enderezar el rumbo de la fragata verde, según explica el único jugador formado en la casa que, tras la salida de Álex López y el regreso de Carballo a la dinámica con el juvenil, queda en el primer equipo. «La primera parte del año en Portugal no me fue nada bien y era un soplo de aire el volver. Venía con muchas ganas de ayudar y es un momento difícil porque siempre quieres tener al club de tu casa lo más arriba posible y no ha podido ser», admitía antes de dejar claro que lo bueno de la premisa Valdano es que volver al estado de euforia es posible con el inicio de curso: «En estos momentos, cuando estás en una situación fastidiada, solo ves las cosas malas y no te paras a pensar en todas las cosas buenas: la masa social creció, las instalaciones van a ser una pasada y el club está en buenas manos», aseveraba.
El lado bueno de las cosas

«Hay que quedarse con esas cosas y mirar los errores del pasado para que no vuelvan a suceder y cuando empiecen a firmar a jugadores la gente estará pensando en ascender y que va a ser la leche. El fútbol es así. A la gente le das dos cosas buenas y ya se vuelve a enganchar. O eso espero, que sigan respondiendo como hasta hoy», reflexionaba un Héber que espera volver a vivir más pronto que tarde una jornada como la de aquel 27 de mayo que ya es historia del club.
«Esto es el fútbol. Tienes años buenos y años malos. Este año ha sido malo, para olvidar. Si estamos, intentaremos volver a vivir momentos como los que hemos vivido y si no estaré apoyando como lo hice en muchos otros momentos. Lo que importa es el Racing y que siga creciendo, que lo está haciendo. Se están haciendo muy bien las cosas y toca que cada uno aportemos lo que podamos para que eso siga así», subrayaba.
Y es que deja claro Héber que, si el club lo estima oportuno, quiere formar parte de esa transición del hastío a la ilusión en A Malata: «Cuando creí que iba a seguir, no seguí y cuando creía que no tenía ninguna opción, volví. Todo el mundo sabe lo que quiero y deseo, pero tomaremos la mejor decisión para la familia y para el club», detallaba.
Pero, ¿qué ha provocado el descenso al infierno tras tocar el cielo? «Son muchas cosas o no estaríamos en esta situación, pero no sabría decirte. No hemos estado al nivel. Todos podíamos haber hecho más. Del primero al último, pero ya no hay que fustigarse. Hay que afrontar lo que venga por delante e intentar remediarlo», zanjaba un Héber que el sábado frente al Sporting será el máximo exponente del fin de un ciclo ante el equipo con el que se estrenó con gol incluido y victoria ante su marea verde. Esa que está llamada a volver a subir. Las lagarteiras de septiembre, cuando se inicie el curso, pueden ser un buen momento para ello.
Fuelle para no colgar las botas
Pese a que recientemente aprobó el carné de camión, con vistas a opositar para bombero, la mejor zurda de Santa Cecilia afirma que tiene todavía fuelle para seguir poniendo sus centros marca de la casa: «Estoy con ganas de seguir. En el momento en el que no me encuentre bien físicamente o no tenga ganas, daré un paso al lado», afirmaba entre risas dejando claro que el pragmatismo de ponerse a estudiar no está reñido con sus ganas de ponerse al frente de la reconstrucción. «Aún queda un poco más», zanjaba.