
Rosende sufrió los mayores daños en Sober, que cancela sus fiestas patronales
20 sep 2025 . Actualizado a las 21:14 h.Las condiciones meteorológicas dieron este sábado un pequeño respiro al operativo de extinción del incendio que desde el pasado jueves arrasó más de 2.000 hectáreas en zonas de los cañones del Sil y el Cabe pertenecientes a los municipios de Pantón y Sober. Aunque no descargaron precipitaciones de importancia, lloviznó de forma intermitente a lo largo de la jornada y se produjo una sensible bajada en las temperaturas. Nada que ver, en cuanto al tiempo, con el calor sofocante y los fuertes vientos del sur que descontrolaron por completo en la tarde del día anterior un fuego ya de por sí desmadrado.
La madrugada previa, sin embargo, fue una pesadilla para muchos vecinos de ambos municipios, especialmente del lado de Pantón. En la aldea de Budián, una de las más afectadas por el incendio, ardieron varias edificaciones. La mayoría eran casas deshabitadas y en estado de ruina, salvo alguna que estaba en buenas condiciones y servía en verano como segunda vivienda por sus propietarios. También se quemaron varios alpendres. Tanto en Budián como en Cima de Vila hubo vecinos que se resistieron a marchar en los peores momentos y pasaron horas cercados por el fuego.
De vuelta a las casas
A última hora de la tarde del viernes habían tenido que ser evacuados los pueblos de Cibrisqueiros, Frontón, Budián, Souto, y durante la noche la aldea de Abelairas, dentro de ese mismo concello. También fue necesario desalojar el núcleos de A Barca y barrios de Rosende, en este caso en Sober, municipio al que se extendió el incendio desde la ribera del Sil en Pantón al alcanzar la ladera del Cabe. La mayor parte de los evacuados en Rosende eran vecinos del barrio de Outeiro y clientes del alojamiento rural de la Casa Grande. Los primeros se alojaron en casas de familiares, mientras que los que estaban en la casa rural fueron acomodados en un hotel en Monforte. Este mediodía, según informaron desde Emerxencias de Galicia, no había ningún lugar confinado en la zona afectada por el fuego.
La situación más complicada en la mañana del sábado en Pantón se vivió en la zona de Santiago de Cangas, en la ribera del Cabe. Por la tarde, se veían en esa zona focos aislados que eran sofocados con rapidez por los propios vecinos y el personal de extinción, aunque al cierre de esta edición volvía a haber problemas en Vilar. Durante la tarde el fuego estaba más descontrolado en la caída del Sil, en las proximidades de Pombeiro, donde los medios aéreos trataban de contener el incendio. Cerca de allí, las llamas alcanzaron algunas de las casas del poblado abandonado de A Chaira, cerca de la confluencia del Cabe en el Sil.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, visitó ayer los municipios afectados en compañía de la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, que había estado en Pantón y Sober también durante la noche del viernes. En Sober, el alcalde comunicó ayer la suspensión definitiva de las fiestas patronales del Carmen, que iban a celebrarse este fin de semana en la capitalidad del municipio.