Erea Devesa, sexóloga: «La capacidad de tener orgasmos no se pierde por la edad»

VIDA SALUDABLE

Eerea Devesa es psicóloga y sexóloga.
Eerea Devesa es psicóloga y sexóloga.

La experta explica cómo varía el deseo sexual a lo largo de la vida y asegura que este no se pierde con el paso del tiempo, sino que se transforma

05 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La revolución de los juguetes sexuales, sintetizada en el icónico Satisfyer, que se lanzó hace una década, ha sido el puntapié para una nueva era en la sexualidad femenina. A medida que estos productos fueron consolidando su mercado y ganando popularidad, a lo largo de los últimos años también se ha reducido el tabú con respecto a esta esfera de la vida de las mujeres. La fantasía ha salido del ámbito privado y se ha convertido en un tema de conversación. Sin embargo, persisten mitos y silencios acerca de la sexualidad. Sobre todo, es complejo abordar las dificultades que muchas personas encuentran en diferentes momentos de la vida para conectar con el placer. La sexóloga Erea Devesa, que ejerce su práctica en Vigo, nos ayuda a desmontar falsas creencias, aclara dudas frecuentes y aporta herramientas para crear espacios para el placer en la vida cotidiana.

—¿Cómo cambia la sexualidad de una mujer a lo largo de su vida?

—La sexualidad no se puede separar del contexto y del resto de aspectos de la vida. Al final, está afectada por múltiples factores. Evidentemente, van a estar presentes todos los biológicos o psicológicos de los que hablamos cuando pensamos en el desarrollo a lo largo de la vida, pero también influyen muchos más. Si estás en una relación, cómo es, cómo funciona la comunicación en ese vínculo, además de tu autoconocimiento y los factores sociales externos, si tu vida es tranquila o si tienes estresores, el trabajo, el nivel de vida, el tiempo que tienes para cuidarte a ti misma y tu salud mental. Todos estos aspectos interactúan entre sí y pueden influir en la sexualidad, en la calidad de los orgasmos o incluso en la capacidad de tenerlos.

—¿Qué desafíos suelen aparecer con la maternidad y el parto en cuanto a la capacidad de disfrutar del placer a nivel sexual?

—Cualquier cambio vital importante va a tener impacto en la sexualidad. Con la maternidad, hay un cambio muy grande de un momento para otro. Para empezar, por los cambios que pueda experimentar el cuerpo. Esta ya en sí misma es una situación que para muchas mujeres resulta difícil de afrontar, porque tu cuerpo no es el que habías reconocido toda la vida y de repente puede que no te sientas tan cómoda. Pero no solo hablamos de cómo cambia el cuerpo, sino de cómo cambia la vida. No descansas de la misma manera, tienes algo más a lo que prestar atención y todo esto es un ajuste que puede tener mucho impacto. Lo importante en esta etapa termina siendo conseguir esa adaptación al nuevo contexto con todos los cambios emocionales, hormonales y relacionales. Si hacemos esto podremos mantener espacios de cuidado de la sexualidad.

—¿Qué hay que trabajar en esa etapa para volver a conectar con el cuerpo?

—A veces hay que volver a aprender a escuchar al cuerpo. Puede haber lesiones o marcas que necesiten una atención especial. De alguna manera, hay que volver a conectar con una misma para entender cómo va a funcionar el cuerpo a partir de ese momento. En este sentido, la sexualidad se va a ir transformando y la autoescucha es muy importante para poder aceptar esos cambios y encontrar nuevamente la capacidad para el placer.

—Hay encuestas que hablan de las décadas de los 30 y la de los 40 como las mejores para muchas mujeres en cuanto a su sexualidad. ¿A qué podría deberse esto?

—Esto es algo bastante frecuente y se relaciona con la madurez en muchos aspectos. Por una parte, ya tenemos cierta experiencia con la sexualidad, no estamos descubriéndola y acercándonos a ella desde la curiosidad, sino que a estas edades muchas mujeres ya tienen más conocimiento sobre lo que les puede gustar y lo que no. Y también tienes más confianza en ti misma a la hora de poder manifestarlo, expresarlo y compartirlo con otras personas. Todo esto facilita que puedas vivir tu sexualidad. No es tanto el que el orgasmo sea más intenso, sino que yo tengo más claro cómo funciona mi sexualidad, cómo funciona mi cuerpo, qué es lo que necesito y qué es lo que no.

—¿Cómo impacta la menopausia en la sexualidad? 

— La capacidad de tener orgasmos no se pierde por la edad, ni por la menopausia, ni el climaterio. Sí que existen algunos cambios, especialmente a nivel hormonal, a nivel elasticidad de los tejidos, que pueden afectar a cómo nos relacionamos. Pero pueden ser fácilmente solucionados. En el caso de la lubricación, se puede sustituir utilizando un lubricante adecuado en función de las necesidades o lo que se esté buscando. Pero luego también es importante conocer el propio cuerpo, ir adaptándonos a los cambios y reconociendo que si pierdo elasticidad igual necesito hacer un ejercicio específico para fortalecerme. En este sentido, deberíamos tener más en cuenta el suelo pélvico, que suele verse afectado a partir del climaterio, precisamente porque cambian los tejidos y los músculos, además de que la hidratación de las mucosas no es la misma que antes.

—¿Qué opciones existen para las molestias genitales u otros síntomas que pueden impactar en la sexualidad durante la menopausia?

—En algunos casos, cuando la sequedad o el bajo deseo es muy alto y no hay contraindicaciones, se considera desde la perspectiva médica utilizar una terapia hormonal sustitutiva. También hay tratamientos locales, como hidratantes o emolientes. Pero en la mayoría de los casos no es necesario llegar a estos puntos, porque simplemente se trata de ir adaptándose a cómo vamos funcionando. Y luego, en caso de ser necesario, se puede plantear un tratamiento a nivel terapéutico o psicológico.

—¿Qué lleva a las mujeres a consultar en esa etapa?

—Yo me encuentro con mujeres que son más mayores y a lo largo de su vida igual no recibieron la educación sexual que pueden estar recibiendo las personas más jóvenes hoy. Las generaciones anteriores vivieron con mucha desinformación, una falta de conocimientos o incluso una culpa que, realmente, puede afectar a su sexualidad. En muchos casos, cuando llegan a cierta edad, se dan cuenta de que pueden hacer un cambio. Siempre es un buen momento para hacerlo, nunca es tarde.

—¿Qué mitos prevalecen acerca del orgasmo femenino?

—Se habla de orgasmos del punto G y orgasmos del clítoris, pero realmente todos los orgasmos se producen en el cerebro. Se puede conseguir evocar por diferentes vías esa respuesta, que funciona de alguna manera como si fuese un reflejo que aparece frente a una estimulación concreta y se produce en el cerebro. A tu cerebro le va a dar igual la manera en la que llegues al orgasmo, sea mediante estimulación vaginal, clitorial o de otras zonas, como incluso los pies. Hay personas que tienen orgasmos de diferentes maneras y circunscribirlos a los genitales es uno de los mitos más extendidos. Al final, lo que deberíamos buscar es que cada persona pueda hacer lo que necesite para lograr su propia excitación y en esto hay muchísima variabilidad.

—¿Qué consejo daría para poder disfrutar del orgasmo?

—Una clave que yo creo que sí que funciona a la hora de disfrutar de la sexualidad es dejar un poco de lado precisamente el orgasmo. Porque en muchas ocasiones sucede que las personas están tan centradas y tan focalizadas en ese momento final, que dejan de disfrutar todo el trayecto, que en sí mismo es placentero. Por tanto, en realidad, paradójicamente te estás alejando más del orgasmo. Me centraría en poner el foco en el placer y en el disfrute y en hacer las cosas que nos apetecen porque nos apetecen.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.