Muere Miguel Uribe, el precandidato presidencial acribillado a tiros en un mitin en Colombia

Dagoberto Escorcia MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

Miguel Uribe, en una imagen de archivo.
Miguel Uribe, en una imagen de archivo. Carlos Ortega | EFE

El político de Centro Democrático permanecía ingresado desde el 7 de junio en una clínica de Bogotá y no ha podido superar una hemorragia en el sistema nervioso

11 ago 2025 . Actualizado a las 22:32 h.

Colombia ha amanecido el 11 de agosto con la sensación de ser un país anclado en su pasado más violento. El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, de 39 años, ha fallecido finalmente este lunes tras ser víctima de un atentado el pasado 7 de junio cuando estaba en un mitin político en Bogotá. Uribe se había distinguido por ser una de las voces más combativas contra el presidente Gustavo Petro, un claro defensor de apostar por la seguridad en el país, y era considerado el mejor delfín de la derecha.

En el recuerdo estaba la campaña presidencial de 1990. Entonces fueron asesinados en seis meses tres candidatos: Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro. Los magnicidios fueron atribuidos a las mafias próximas al narcotráfico, la guerrilla y las alianzas políticas y de funcionarios del Estado con estos grupos. Ahora se culpa a las disidencias de la guerrilla como responsables de la muerte de Uribe.

La tragedia volvió a golpear a la familia Turbay. Diana, la madre del senador Miguel e hija de Julio César Turbay Ayala, presidente del país entre 1978 y 1982, fue asesinada en 1991 tras ser secuestrada por el grupo Los Extraditables liderado por el mayor narco de la época, Pablo Escobar. Cuatro años antes el candidato de Unión Patriótica, Jaime Pardo Leal, también perdió la vida en un atentado. Y en 1995, las FARC —según aseguraron hace poco— estuvieron involucradas en la muerte del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado.

A las puertas de una campaña

Uribe luchó por su vida hasta el último momento. La noticia de su muerte la dio su esposa María Claudia Tarazona, quien durante días expresó su optimismo por la recuperación del senador, que recibió tres disparos (dos en la cabeza y uno en una pierna). Estuvo siempre en cuidados intensivos y parecía mostrar una leve mejoría, pero en la madrugada del domingo al lunes falleció. El equipo médico que lo atendió dijo en un comunicado que había trabajado incansablemente, pero que pese a todos los esfuerzos no pudo evitar el triste desenlace. El pasado sábado había sufrido un episodio de hemorragia en el sistema nervioso central, de la que no logró recuperarse.

La noticia del magnicidio volvió a despertar a Colombia en el centro del mundo como un país marcado por la violencia. Las cifras hablan de más de diez millones de víctimas. El luto en esta nación parece infinito. «Las balas no solo matan a los candidatos, sino también a la democracia» o «este país parece no aprender» son las frases más pronunciadas por los colombianos. El asesinato de Uribe se produce, además, en un momento crítico porque en los próximos meses comenzará la campaña para las elecciones al Congreso (8 de marzo del 2026) y a la presidencia (31 de mayo). Entre los candidatos aparecen Juan Manuel Galán, hijo de Luis Carlos Galán y Claudia Pizarro, hija de Carlos Pizarro, Las reacciones a la muerte de Uribe han mostrado el dolor de los colombianos. Para muchos, Uribe era el mejor proyecto político de la oposición al presidente Petro, al que criticó duramente. «Un país sin violencia es mi propósito de vida», había dicho en una conferencia en Cartagena de Indias. Soñaba con la presidencia «para que demos un salto gigante hacia el futuro. Llevaremos a nuestro país a un círculo virtuoso, donde todo comienza con la seguridad». Decía que el actual mandatario llevaba a Colombia «a un pasado de violencia al que no queremos volver».

El propio Petro reaccionó al fallecimiento de uno de sus más firmes y duros opositores con un mensaje en X donde, además de dar el pésame a la familia y a todos los colombianos, manifestó que «la vida está por encima de cualquier ideología». y lamentó que durante su mandato haya ocurrido un atentado con trágico final contra un senador. «Al gobierno le queda repudiar el crimen y ayudar (...) No hemos perseguido a ningún miembro de la oposición ni lo haremos». «No es la venganza el camino de Colombia. Por venganzas llevamos décadas de violencia. No más. Por eso estamos tristes, nos duele como si fuera de los nuestros. Es una derrota. Cada vez que cae un colombiano asesinado es una derrota de Colombia y de la vida», reflexionó en la red social.

«Tanto odio...»

Los expresidentes Iván Duque y el recientemente condenado Álvaro Uribe también se pronunciaron sobre la muerte del senador. El primero dijo que «el terrorismo nos arrebató a una promesa de Colombia y a un líder íntegro y transparente. Colombia llora, pero no se rendirá ante los criminales que apagaron la vida de un joven admirable». El segundo aseguró que «el mal todo lo destruye, mataron la esperanza. Que la lucha de Miguel sea luz que ilumine el camino correcto de Colombia».

El más duro en su reacción fue el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, que pidió pasar a la acción, levantar la voz en lugar de quedarse callados. «Hay que decir las verdades tal como son», advirtió antes de cargar contra Petro, a quien acusó de negar protección a Uribe en unas 25 ocasiones «mientras protege a los mayores criminales de este país», en referencia a los grupos guerrilleros. «Quienes tienen tanto odio no pueden seguir en el poder», concluyó en una crítica severa al mandatario.

El autor material de los disparos a Uribe, un chico de 15 años, y otros cinco participantes en el atentado, según Fiscalía de Colombia, ya responden ante la Justicia. El senador fallecido, que perdió a su madre cuando tenía cuatro años, tenía un hijo de la misma edad que se ha quedado sin padre.