El incómodo amago de beso de Donald Trump a Melania en el balcón de la Casa Blanca
INTERNACIONAL

El lenguaje corporal del presidente estadounidense y la primera dama durante los fuegos artificiales del 4 de julio ha vuelto a avivar los rumores sobre la tensa relación de la pareja
07 jul 2025 . Actualizado a las 17:29 h.A Donald Trump no le resulta fácil besar a su esposa Melania en público. El pasado viernes, durante la fiesta del 4 de julio, el presidente de Estados Unidos y la primera dama contemplaron los fuegos artificiales desde el balcón Truman de la Casa Blanca y volvieron a protagonizar, por enésima vez, un incómodo momento con amago de beso incluido.
Tras salir a la balconada, la pareja saludó a los congregados ante el palacio presidencial de Washington. Melania sonreía, Trump lanzaba besos ante los vítores del público; la primera dama, todavía a cierta distancia, hizo entonces un pequeño gesto hacia su esposo, deslizando la mano a su espalda. Él aprovechó el momento para empujarla con fuerza hacia él.
Después de unos segundos agarrados de la cintura, algo tiesos los dos, el presidente hizo la primera intentona de besar a su mujer. Ella no se resistió, pero tampoco hizo ningún esfuerzo por que los labios de su marido llegasen al destino esperado. Fue un primer intento fallido para el líder estadounidense. Pero el público enloqueció ante lo que parecía una muestra de cariño, tan escasa en este matrimonio.
Melania le concedió el gusto al público, y, ante la aclamación popular, respondió haciendo un amago de dejarse querer por su marido. Acercó la frente a la mejilla de Trump y este volvió a intentar un nuevo beso, que, aunque no se ve por la melena de la primera dama, posiblemente esta vez consiguió tocar la mejilla o la nariz de su esposa.
Ambos permanecieron abrazado durante todo el espectáculo de fuegos artificiales, aunque la actitud de la primera dama continuó siendo tensa todo el tiempo que duró la ceremonia, avivando una vez más los rumores sobre la salud del matrimonio Trump.
La incomodidad del matrimonio Trump
No es la primera vez que la pareja presidencial deja entrever una relación poco fluida, y menos cariñosa aún, entre ambos. Porque la lista de desplantes es larga.
Ya en el primer día de su primera presidencia, Donald Trump salió del coche, y dejó a su mujer a su suerte mientras él subía las escaleras para saludar al presidente saliente, Barack Obama. Fueron este y su mujer Michelle quienes tuvieron que salir al rescate de Melania para integrarla en el saludo oficial.
Otro de los episodios más sonados sucedió un años después, cuando Trump fue duramente criticado ante lo que se apreció como un desplante a su mujer en una jornada lluviosa en el 2018. El presidente llevaba entonces un grandísimo paraguas, con el que se tapó él, pero que no usó en ningún momento para impedir que su mujer se mojase.
Pero ella también hizo de las suyas en alguna ocasión. Melania ha rechazado en más de una ocasión, y a la vista de todos, darle la mano a su esposo, a pesar de la insistencia de él al respecto.
Uno de los momentos más hilarantes, en medio de rumores de la mala relación del matrimonio, se produjo en enero de este mismo año, en su jornada de investidura. Melania decidió llevar puesto un sombrero con un ala tan grande que hacía imposible que su esposo pudiese llegar a besarla en la cara. Las malas lenguas, por supuesto, teorizaron con que lo había hecho a propósito, precisamente con ese objetivo.