Gaza se desangra mientras Netanyahu trata de evitar elecciones anticipadas en Israel
INTERNACIONAL

La oposición plantea derrocar al primer ministro, que pierde el apoyo de los ultraortodoxos. Otras 57 personas mueren a tiros en la Franja en los centros de reparto de comida
11 jun 2025 . Actualizado a las 21:38 h.El Ejército de Israel repite en cada comunicado que sus soldados lanzan «disparos de advertencia», pero los hospitales se llenan cada mañana de muertos y heridos. Las Naciones Unidas bautizó al sistema de reparto de ayuda impulsado por israelíes y estadounidenses de «trampa mortal» y en las últimas 24 horas otras 57 personas han sido abatidas por los militares. La guerra no termina y crece la presión en torno a Benjamín Netanyahu, que se enfrenta a una crisis interna de gobierno porque sus aliados ultraortodoxos se niegan a ir a filas e Israel se asoma a unas elecciones anticipadas.
La aviación israelí alcanzó «decenas» de objetivos en Gaza a lo largo de una jornada donde las miradas volvieron a fijarse en los puntos de distribución de ayuda de la Gaza Humanitarian Foundation (GHF). Esta organización privada asumió la titánica labor de repartir ayuda a una población hambrienta y desesperada y cada jornada que pasa es un nuevo caos. Los centros de reparto están en zonas militares. El horario establecido es de seis de la mañana a seis de la tarde, pero miles de personas pasan la noche a la intemperie en las inmediaciones y los soldados abren fuego a la mínima sospecha. El Ejército dijo que los palestinos se acercan a las tropas «a pesar de las advertencias de que el área es una zona de combate activo».
La fundación respondió a las preguntas de la agencia Reuters sobre la situación que se vive en sus centros de reparto y aseguró que «la solución es más ayuda, lo que calmará la urgencia entre la población. Aún no hay suficientes alimentos para todos los necesitados en Gaza. Nuestro objetivo actual es alimentar a la mayor cantidad de personas posible de forma segura, dentro de las limitaciones de un entorno altamente volátil». Uno de los empleados de esta fundación colgó un vídeo en redes en el que se podía ver a miles de personas saltando las verjas de seguridad y se escuchaba su comentario diciendo que «esto es el infierno».
Agnes Callamard, responsable de Amnistía Internacional, denunció que los palestinos se ven obligados a buscar ayuda en zonas militares, vigiladas por tecnología de reconocimiento facial, y afirmó que «eso no es humanitario, ni es ayuda».
Crisis de gobierno
La venganza israelí contra Gaza supera los veinte meses y, según el jefe del Ejército, Eyal Zamir, «la campaña aún no ha terminado. Debemos seguir trabajando para traer a todos nuestros rehenes a casa y derrotar al enemigo. Operaremos para finalizar la campaña y adoptar nuevas configuraciones de combate que nos permitan alcanzar nuestros objetivos y reducir la carga de las tropas».
La última palabra la tiene un Netanyahu, quien suma la crisis de Gobierno a los frentes que ya tenía abiertos con la Justicia, por sus escándalos de corrupción, y las familias de los cautivos, por dar prioridad a las armas frente a un acuerdo con Hamás. Durante toda la jornada, se intensificaron los esfuerzos para lograr un acuerdo con los partidos ultraortodoxos sobre las exenciones militares para los estudiantes de escuelas religiosas antes de la votación preliminar para disolver el Parlamento planteada por la oposición con el objetivo de derrocar a Netanyahu.
Presión exterior
El primer ministro soporta también las críticas del exterior y, tras el abordaje del barco de la Flotilla de la Libertad y la detención de sus doce integrantes, ahora se enfrenta a nuevos intentos solidarios que tratan de llegar por tierra hasta Rafah. Ocho de los activistas de la Flotilla permanecen en Israel porque se negaron a firmar la orden deportación, y el brasileño Thiago Ávila y la eurodiputada francesa Rima Hasán se declararon en huelga de hambre.
Países como el Reino Unido han tomado las primeras medidas concretas contra los ministros más radicales del Gobierno y les han incluido en su lista negra. Uno de ellos es Bezalel Smotrich, responsable de Economía, quien declaró a The Jerusalem Post que «habrá una respuesta muy contundente hacia estos países y la Autoridad Nacional Palestina, incluyendo medidas que fortalecerán significativamente nuestra presencia en Judea y Samaria», nombres bíblicos de Cisjordania. El político ultranacionalista aprovechó para advertir sobre la posibilidad de un reconocimiento unilateral de un Estado palestino: «Si reconocen un Estado palestino unilateralmente, nos aseguraremos de que no quede nada por reconocer».