
El excéltico ha renovado como técnico de un Areas que incorpora a Yago Alonso
03 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Yago Yao asegura que no quería saber nada de tener a su hijo a sus órdenes en el Cultural Areas, con el que ha renovado. Pero pese a ser reticente, acabaron convenciéndole y el fichaje de Yago Alonso, de 19 años, por el club ponteareano es una realidad. «No es que fuera impuesto, pero sí solicitado por la directiva y jugadores míos. No era una posibilidad que barajara, porque está claro que la situación va a ser algo extraña. Yo era reacio», afirma el exfutbolista profesional del Celta, entre otros equipos.
El hoy técnico dice que «no contemplaba» que su hijo formara parte del plantel que va a dirigir. De hecho, otros equipos lo pretendían y la idea era decantarse por alguna de ellas. «Me llamaron preguntando por él y él estaba interesado, así que encantado. Me comentaban si no me lo iba a quedar y para nada era mi idea», señala reconociendo que el futbolista aprovechó las oportunidades que tuvo el curso pasado en el Rápido.
Yago Alonso tiene un cariño especial al Areas de la anterior etapa de su padre en ese club, siendo un niño, y cuando fue a verlos en la final de la Copa Diputación que ganaron hace unas semanas, otros jugadores comenzaron a preguntar que si no lo fichaban. «Fueron insistentes y lo que era un no por mi parte se convirtió en ir pensándolo y con el cuerpo técnico y la presidenta, sucumbí y decidí probar», cuenta. Todo, partiendo de que el joven también tenía buena disposición a sumarse. «Le di a elegir entre las propuestas que le habían surgido y él tuvo claro que quería venirse al Areas», apunta.
Todas las dudas fueron del progenitor, que admite que estuvo «tres semanas dándole vueltas». Una vez dado el sí, quería haberlo mantenido un poco más en secreto, pero fue imposible. «Me tocará vivir una experiencia extraña y un reto nuevo», asume.
Ya fue extraño, de hecho, enfrentarse como rivales el curso pasado. «Él hizo dos buenos partidos y nos marcó en uno de ellos un muy buen gol de vaselina», recuerda. Porque de un padre defensa ha salido un hijo goleador. «Es un nueve con remate. Es muy joven y hay que trabajarlo, pero es un delantero centro que fuera del área te oxigena, tiene juego de espaldas y, aparte, velocidad y potencia al espacio», describe.
Pese a no ser nada partidario de tenerlo a sus órdenes, ahora que ha aceptado, busca le lado positivo. «Al tenerlo cerca, le puedes ayudar a crecer, como busco hacer con todos mis jugadores. Es lo que tengo en mente», dice sobre un atacante que comenzó en el Apóstol y que pasó luego por Coruxo y Santa Mariña. Es el único que ha seguido sus pasos en el mundo del fútbol, pero no en la competición: sus dos hijas triunfan bailado.