Los pilares del plan de cantera celeste

X. R. C. VIGO

GRADA DE RÍO

OVIEDO CUP

El Celta solo ficha fuera lo no encuentra en casa, tiene una sección de «scouting» para la base, implica a los clubes convenidos y los técnicos son profesionales

28 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Filosofía, plan de captación, departamento de scouting, colaboración de los clubes convenidos, receptividad de jugadores y agentes para llegar a Vigo una vez comprobada la apuesta por la cantera y profesionalización de los entrenadores. Estas son las líneas maestras del plan para el fútbol base de un Celta que cuenta con una de las mejores canteras, que además está en el escaparate de la mano de Claudio Giráldez por su apuesta por los hombres de casa en Primera División.

El plan de captación

La filosofía de captación del Celta está clara. Primero, busca en Vigo; después, en la provincia de Pontevedra; a continuación, amplía el radio a Galicia; después, a España y, finalmente, al extranjero. La máxima es que cuanto más cerca, mejor, pero sin descartar otras latitudes si el tipo de futbolista que buscan no está en el radio de acción más próximo. «No estamos cerrados a ir fuera», apunta una voz autorizada.

La premisa es buscar jugadores que tengan características diferentes a los que ya producen en la factoría de A Madroa, porque en la cocina del fútbol base descartan por completo el cambio de cromos. Si el Celta tiene un futbolista de un determinado nivel, no lo cambia por otro de similares características; eso solo pasa si supera ese nivel o es diferente. Por norma, los jugadores de casa son más de combinar y los llegan de fuera puede aportar velocidad y físico.

Lo importante que es mariden con la filosofía de juego, que cumplan con el famoso ADN Celta aunque vengan de fuera. En ese sentido, hay que imaginarlo dentro del modelo de juego habitual.

«Scouting» para la base

El Celta cuenta en la actualidad con un departamento de scouting para el fútbol base compuesto por cuatro personas, sin contar los que se ocupan directamente del filial. A mayores, si cualquier entrenador de la base detecta un jugador que le llama la atención, también lo comunica.

Tarea de los clubes convenidos

La entidad viguesa también se apoya mucho en los clubes convenidos que el Celta tiene por todo el territorio. En este caso, salen ganando las dos partes, porque el conjunto vigués se puede beneficiar del talento de un jugador y su club de procedencia puede salir ganando tanto a nivel económico como en la forma del convenio a desarrollar. Clubes como el Pabellón, en Ourense; el Arousa, en O Salnés, o el Xuventude de Oroso, en la comarca de Compostela ejercen como un filtro importante.

En el resto del mundo

Por el contrario, y al margen de un colaborador en Andalucía, el Celta no tiene ojeadores fuera de Galicia, pero a cambio, cuentan con una poblada red de contactos, de gente de fútbol, que además dio un salto exponencial desde la llegada de Marco Garcés, al que se le atribuyen multitud de contactos en todo el planeta.

Edades para fichar

No hay una edad definida para fichar en el Celta, pero la práctica está demostrando que cuanto antes lleguen al club, mucho mejor. Porque, en algunos casos, se ha demostrado que a jugadores que llegan en último año juvenil se les hace más complicada la adaptación para dar el salto al Fortuna. Dos o tres años en las categorías inferiores es el estándar ideal, máxime, con el método de la aceleración de procesos que ha puesto en marcha el club.

En la manida aceleración de procesos, en el Celta son conscientes que cada jugador tiene su momento y que unos son más precoces que otros. En la actualidad hay dos casos a tener en cuenta: Fer López y Javi Rodríguez, siendo juveniles de segundo año jugaban en el B y, sin embargo, han llegado al primer equipo como tiros. Son utilizados como ejemplos cuando un padre o un jugador se inquietan. «Puedes llegar a Primera sin acelerar, pero si se puede hacer, mejor».

Los técnicos, profesionales

En estos momentos, todos los entrenadores de la base son profesionales y la única diferencia que existe es que desde el conjunto cadete B hasta el benjamín, los entrenadores doblan, pero todos tienen dedicación exclusiva al Celta, lo que se traduce en un salto de calidad muy importante y en tener horas para buscar la mejora individual de cada jugador. Dedicándose en cuerpo y alma, los técnicos tienen los cinco sentidos en su trabajo, no como antes, cuando necesitaban una segunda actividad y el fútbol era un complemento.

De un primer filtro del analista de datos a ver en directo al jugador, los pasos a seguir

El proceso de captación del Celta arranca con un analista de datos, que hace la primera criba en función de unos determinados parámetros determinados: posición, goles, velocidad, asistencias... Cuenta con el apoyo de la inteligencia artificial, que solo es utilizada como herramienta de apoyo.

De esta primera selección sale un listado para los scouts, que hacen un segundo cribado para que la dirección deportiva lo revise a continuación. Una vez que supera todos los filtros, es cuando se decide viajar para ver al jugador en cuestión. El ejemplo práctico de este método fue el fichaje de Jones El-Abdellaoui. En este proceso, Claudio Giráldez es el último eslabón si se trata de un jugador para el primer equipo. Fredi Álvarez, el técnico del filial, también entra en escena.

La idea, en la actualidad, es que todos los fichajes, desde la edad juvenil, sean de jugadores que tengan proyección para el primer equipo. Por el contrario, a los más pequeños les dejan claro el mensaje de que lo importante es disfrutar y que son muy pocos los que culminan el proceso para llegar a la élite.

Receptividad

Por otra parte, esta apuesta decidida por el fútbol base del Celta ha posibilitado que exista mucha más receptividad en los jugadores a fichar, comenzando por el Fortuna. Los jugadores foráneos y sus agentes tienen en su libreta al equipo vigués, conocedores de que la puerta del primer equipo está abierta de par en par. El caso de Alfon es un ejemplo claro de los jugadores de otras latitudes que pueden triunfar en Vigo.

El primer equipo dejó de ser una isla con la implantación de las verticales de Marco Garcés

Con la llegada de la dirección del fútbol del mexicano Marco Garcés, se puso en marcha un programa de verticales en el área deportiva en su conjunto que provocó un giro importante en la manera de trabajar y en la conexión entre el primer equipo, que era una especie de isla, y el resto del fútbol de la entidad. Porque en medio quedaba un escalafón para el filial y poco más. Ahora, todo está unido, desde el equipo benjamín hasta el fútbol profesional, lo que permite una conexión en toda la cadena impensable hasta hace poco tiempo.