
El entrenador del Celta apostó por una defensa de cuatro jugadores en los dos últimos partidos añadiendo un nuevo recurso a la riqueza táctica del equipo
23 abr 2025 . Actualizado a las 11:43 h.La pizarra táctica de Claudio Giráldez es una caja de sorpresas. Hasta hace apenas tres de jornadas, el 3-4-3 era el sistema matriz y pasar a una defensa de cuatro, un hecho puntual en función de los partidos. Sin embargo, el técnico porriñés ha demostrado cintura y en las dos últimas contiendas, ante el Espanyol y el Barcelona, el Celta inició con defensa de cuatro, apostando el entrenador por un 4-1-4-1 y en la antepenúltima, y en Son Moix probó con una especie de 4-5-1. Estas modificaciones se añaden a los matices de cada duelo y a su política de rotaciones, lo que convierte a los vigueses en uno de los equipos más ricos de la liga a nivel táctico.
Giráldez no esconde que su sistema es el 3-4-3, pero llevaba tiempo valorando añadir una página táctica a su repertorio con el paso (más o menos efímero) a la defensa de cuatro. «Creo que la idea no nos cambia mucho en cuanto a espacios a ocupar, nos da variabilidad y creo que los jugadores son cada vez más capaces de cambiar», comentó el técnico sobre un hipotético 4-1-4-1.
Ante el Barcelona salió con Javi Rodríguez y Sergio Carreira en los laterales, con Yoel Lago y Marcos Alonso de centrales y con Beltrán, que se metía con los centrales, como único pivote. Eso le permitió colocar a Pablo Durán y Williot Swedberg como teóricos extremos, dejando a Ilaix Moriba e Iker Losada en los carriles centrales, por detrás de Borja Iglesias. Tras el descanso y con la entrada de Óscar Mingueza volvió al dibujo habitual del 3-4-3.
Más que a la hora de defender, el principal cambio está en la salida de balón. «Cambia en cuanto ocupamos el espacio en la salida, si somos capaces de salir más por dentro que por fuera y si somos capaces de montar una salida de tres jugadores más dos, de cuatro más uno o de cuatro más dos», había explicado en su día el técnico sobre la manera de atacar con el sistema modificado.
Una semana antes, frente al Espanyol, el Celta había apostado por el mismo dibujo, con Javi Rodríguez y Mingueza en las bandas y con Carl Starfelt y Marcos Alonso, ejerciendo en este caso Carreira de teórico extremo derecho, con Alfon en la izquierda, quedando el pasillo central para Beltrán como pivote y Iago Aspas y Hugo Sotelo por detrás del punta, que había sido Pablo Durán.
Un simple repaso a la misma idea, también desvela un baile de posiciones en los jugadores más polivalentes: Carreira fue lateral y teórico interior y Pablo Durán pasó de jugar de nueve a hacerlo en banda.
El ajuste de Son Moix
En Mallorca, tres jornadas atrás, Giráldez había realizado el primer ensayo con cuatro zagueros. En aquella ocasión se había decantado por el mismo cuarteto defensivo que ante el Espanyol, jugando con la dualidad de Sergio Carreira, que podía posicionarse a la altura del centro del campo para formar un 4-5-1 o hacerlo con la línea defensiva para convertirse en el quinto elemento dentro del tradicional 5-4-1 defensivo dentro del dibujo matriz de los celestes.
Este miércoles, ante un rival con buen pie, pero que no tiene ningún problema en jugar sin el balón y teniendo en cuenta que el 4-4-2 es un dogma de fe para Marcelino, está por ver cuál será la apuesta del entrenador de O Porriño, que podría recuperar el 3-4-3 más habitual, de hecho fue el dibujo que utilizó en la contienda de Villarreal, en la que colocó a Jailson como central derecho y a Carreira como carrilero izquierdo como principales novedades dentro de una rotación masiva, una idea que en absoluto puede descartarse para esta cita. Con Claudio, cada plan de partido es un mundo a explorar.