Cronología de la relación entre Alejandro Sanz y Ivet Playà: de fan a empleada, de un «corazón partío» a una propuesta de inversión
GENTE

Con 16 años, la chica era una de las fans incondicionales del cantante, con el que consiguió llegar a trabajar. Diez años después, hizo saltar todo por los aires con un revelador vídeo
20 jun 2025 . Actualizado a las 17:59 h.Ivet Playà era, hasta hace solo unos días, una absoluta desconocida para el gran público. Su nombre copó titulares cuando soltó el bombazo a través de vídeos en Instagram y TikTok. La joven aseguraba que Alejandro Sanz había aprovechado que era una fan incondicional suya para contratarla y después utilizarla. Aseguró que, poco después de cumplir la mayoría de edad, había comenzado una relación profesional que se convirtió en sexual con el artista, que tenía por entonces 49 años. Lo acusó, además, «de actitudes moral y humanamente inaceptables», aunque no delictivas. Esta noche, la chica se sienta en el plató de ¡De Viernes! para contar su versión del asunto. Mientras, repasamos lo que sabemos, a través de las declaraciones de ambas partes, de la cronología de este asunto.
Una fan incondicional (2016-2018)
Playà aseguró que la relación entre ambos se remonta al año 2015. En ese momento, con 16 años, era una fan más de Alejandro Sanz. Y comenzó entonces a dejar comentarios en publicaciones del cantante. «Me siguió en redes, y yo alucinaba con que alguien como él, tan famoso y tan querido por todo el mundo, me mandara mensajes, me comentara las fotos, o incluso, publicasen cosas mías en sus redes», contó en su polémico vídeo, en el que mostró esas interacciones.
Al año siguiente, en el 2016, según ha contado la oficina del artista al medio Artículo 14, es ella la que contacta con el equipo de Sanz para solicitar una entrevista para su trabajo de investigación de Bachillerato. Acceden, y es el propio Alejandro quien contesta a la entrevista a través de correo electrónico.
La joven asegura que, cuando cumplió la mayoría de edad, consiguió quedar con él por primera vez en privado, cuando él tenía 49 años. Playà se había convertido en una de las fans más incondicionales del cantante. «Lo esperaba a la salida de hoteles, medios de comunicación o restaurantes», cuentan desde la oficina de Sanz.
La relación laboral (2022-2023)
Fue en el 2022 cuando Playà se convirtió en parte del equipo del cantante. Tenía entonces 22 años. «Dejé mi hogar en Barcelona para mudarme a Madrid sola, porque me contrató para trabajar para él», contó. La oficina del artista lo confirma. Habían decidido unificar entonces los más de 300 clubes de fans en una única red social oficial, y pensaron en una fan para hacerlo. Nadie mejor que Ivet, que tenía «formación en márketing y se había ofrecido insistentemente».
Al parecer, solo duró un año en el puesto. Canceló el contrato «tras solicitar un aumento de su retribución que le fue denegado», han contado fuentes del entorno del cantante.
La relación íntima (2023-2024)
Según fuentes cercanas al artista, la primera vez que Playà comparte tiempo personal con Alejandro Sanz es en el 2023, en una cena en Córdoba, aunque, según esta versión, sin relaciones afectivas o sexuales de ningún tipo. Eso llegó un poco después, a principios del 2024, cuando, al parecer, comparten notas de voz y algunas fotografías.
En esa época, la joven estaba ya en otra empresa, donde trabajaba en el desarrollo y la estrategia de SkyBar Bernabéu, un palco VIP que nunca llegó a abrir sus puertas. En octubre del 2024 fue incluida en un ERE, y, según ha contado uno de sus excompañeros en la empresa Anastia Gourmet Hostelería a Artículo 14, «poco después denunció a un superior por acoso laboral y sexual».
Tras pasar un tiempo como community manager de Isabel Aaiún, en pleno éxito de su Potra salvaje, la artista prescindió de sus servicios en febrero del 2025.
Una amenaza y una propuesta de inversión (marzo del 2025)
En marzo, según la oficina de representación de Alejandro Sanz, volvió a contactar con el equipo del cantante. Les advirtió que disponía de fotografías y audios de contenido sexual que se había intercambiado con el artista cuando ella tenía 25 años, y amenazó con difundirlos si el artista no negociaba «una solución».
Como forma de resolver el asunto, la joven le hizo al cantante una propuesta de inversión. «Le solicitaba tres aportaciones anuales de 300.000, 300.000 y 350.000 euros para proyectos vinculados a las empresas Jardineras Bayer e IPM Comunicación, en las que el artista conseguiría una participación de tan solo el 5 %», y también la adquisición de una vivienda en Collbató.
Como explicó en su único comunicado al respecto Alejandro Sanz, la propuesta fue rechazada. «Me ofreciste participar en unos negocios familiares y dije que no. Siento que tu reacción sea esta», contestó. Con su comentario, Sanz desliza que fue la negativa a aceptar esa especie de chantaje lo que llevó a Playà a publicar el vídeo en el que expone, todavía muy por encima, su relación, acusando al cantante «de actitudes moral y humanamente inaceptables» y calificando su experiencia con el artista como «una auténtica pesadilla».
En esa época, y antes de optar por el camino del vídeo, Playà lo habría intentado también a través de los medios de comunicación. Según explicó a TardeAR Luis Pliego, director de Lecturas, la joven se puso en contacto con la revista para contarlo todo. Dos trabajadores del medio se reunieron con ella, que les aseguró que tenía pruebas a través de audios y fotografías. «Desestimamos esa historia porque en ese momento le decimos que no tiene nada, solo una relación con una persona que no te contesta y fin», explicó Pliego.
La revelación en redes sociales (junio del 2025)
Finalmente, a Ivet solo le quedaba la opción de las redes sociales. Lo hizo a través del famoso vídeo, que corrió como la pólvora, especialmente por la diferencia de edad que tenían la fan y el artista, y por las insinuaciones de que Sanz había comenzado a cortejarla antes de cumplir la mayoría de edad, aunque esperase a los 18 años para iniciar la relación.
Alejandro Sanz tardó unos días en contestar, y aunque no negó que hubiese entre ellos una relación íntima, calificando la experiencia como «algo muy bonito de dos personas adultas compartiendo cariño, siendo libres», dejó caer que había sido su negativa a entrar en sus negocios el detonante de la reacción de la joven.
Otra fan del cantante, Fátima, salió en defensa de Sanz apenas unos días después. «Yo también soy una de esas 'niñas' con las que Alejandro Sanz se ha llevado desde joven», contó en sus redes sociales, revelando que habían comenzado a interactuar a los 14 años y que desde los 16, el artista la seguía en redes sociales.
«Ya con 18 interactuamos más profundamente, (no como ustedes piensan). Me refiero nivel de tener cualquier problema y ahí estaba, con un mensaje suyo me daba fuerzas y sacaba una sonrisa», lo defendió. «Jamás ha insinuado nada, ni ha querido nada conmigo, porque no somos todas, él no es así».
Ahora, con su paso por el plató de ¡De Viernes!, se abre un nuevo capítulo en esta historia.