Dos viajeros ebrios intentan agredir a un maquinista y forzar la entrada en la cabina del tren cuando se refugió en ella

GALICIA

El conductor tuvo un ataque de ansiedad y no pudo llevar el regional exprés a Ponferrada. Cerca de cuarenta viajeros fueron transbordados a un autobús en San Clodio (Lugo). En el convoy no había interventor.
22 abr 2025 . Actualizado a las 18:22 h.El pasado domingo ocurrió un suceso en un tren regional que arroja luz sobre los riesgos que corren los maquinistas en las líneas ferroviarias menos utilizadas, sobre todo cuando no hay un interventor a bordo, algo que sucede bastante a menudo. Los viajeros del regional exprés que realizaba el recorrido entre Vigo y Ponferrada -39 en total- empezaron a sufrir las actitudes violentas de dos individuos ebrios que, además, estaban fumando en el interior del tren.
Sería la típica situación que debería ser solventada por un interventor, que si se ve incapaz de controlarla activa un protocolo para avisar a los cuerpos de seguridad del Estado. Pero no había nadie en ese puesto ese día, y fue el maquinista el que tuvo que lidiar con el problema. Así, intentó desalojar a los dos alborotadores en el apeadero de Freixeiro, en el concello de Quiroga, en Lugo. Pero no fue posible. La respuesta de los dos individuos fue intentar agredirle, de forma que el maquinista no tuvo más remedio que refugiarse en la cabina. Dentro ya del puesto de mando del tren, el conductor avisó a sus superiores, que a su vez contactaron con el centro de control para que desde allí se avisara a la Guardia Civil, con el objetivo de que fueran los agentes los que desalojaran a los dos viajeros que estaban alterando el orden.
Mientras el maquinista hacía estas gestiones, los dos individuos intentaban forzar la cerradura de la cabina, insultando mientras tanto al profesional de Renfe. El resultado fue que el conductor sufrió un ataque de ansiedad y no pudo continuar. Lo único que pudo hacer, una vez fueron desalojados los individuos violentos, fue llevar el tren desde Freixeiro hasta la próxima estación, en San Clodio. Allí los viajeros fueron transbordados a un autobús que les llevaría a Ponferrada y a las localidades intermedias, con un retraso acumulado de unos 70 minutos. Más tarde, otro maquinista se haría cargo del tren para realizar el recorrido de vuelta a Ourense.
Desde hace años, los sindicatos ferroviarios denuncian la falta de interventores en determinadas líneas del ámbito rural gallego.