Mal inicio y amargo final para el Breogán en la cancha del Girona (91-85)

FORZA BREO

David Aparicio Fita|Eddy Kelele

Desdibujados en el primer cuarto, los lucenses fueron a más y amagaron con la remontada, pero un parcial de 11-0 en los últimos compases los condenó

12 abr 2025 . Actualizado a las 20:43 h.

Después de un flojo inicio de partido que lo condenó a ir a remolque en el marcador los 40 minutos, al Río Breogán se le apagó nuevamente la luz cuando ya había encontrado su velocidad de crucero y equilibrado las cosas en la última manga, y lo pagó con un parcial en contra de 11-0 que cercenó todas sus ilusiones de remontada.

Sin su estrella y con Edin Atic recién restablecido de una lesión que le había impedido jugar los seis partidos anteriores, la empresa que tenía por delante el Breo era de aúpa. Delante estaba un Girona al que gallego Moncho Fernández rescató de las arenas movedizas y lo acomodó en el tren hacia la permanencia, y que anotó los dos primeros puntos del partido desde el tiro libre a los 17 segundos. A los celestes se les complicó aún más el reto con su tímida puesta en escena. Después de poco más de tres minutos gastados, Sakho ya estaba en el banquillo con dos faltas personales y los anfitriones dominaban por 13-2 agarrados a su solvencia en el poste bajo y favorecido por los repetidos fallos de los lucenses desde el arco de 6,75. Nakic y Kurcus lo intentaron sin éxito en dos ocasiones y tampoco acertaron Grant ni, posteriormente, Aranitovic y Mavra. Salió a escena Boubacar Touré y protegió mejor el aro que Sakho y Apic. El Girona tenía más problemas para anotar en la pintura y lo compensaba con una buena muñeca desde el arco de 6,75, el recurso que no proporcionaba réditos al Breo. Luis Casimiro paró el partido por primera vez con 24-10 y Eric Vila anotó el primer triple visitante después de 10 intentos del equipo en los compases finales del primer cuarto.

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Los celestes reanudaron el partido emitiendo señales para la esperanza. Parcial de 0-5 con canasta de Touré y triple de Quintela. Empezaban a atacar con más soltura y a defender más duro los guerreros breoganistas, pero no lo suficiente como para alcanzar el nivel de un Girona más dinámico y que bebía de la fuente del triple con asiduidad, todo lo contrario que el Breo, insistente y fallón desde la distancia. Casimiro volvió a llamar a capítulo a sus hombres cuando la desventaja creció hasta los 16 puntos (39-23) y estos reaccionaron. Con más velocidad y criterio en la circulación del cuero y mayor efectividad y mejor ejecución desde el 6,75, los visitantes consiguieron llegar al descanso con una diferencia bastante menos imponente (45-35).

La segunda mitad

El estratega breoganista apostó por Touré como referencia interior en la reanudación. Y como en el primer cuarto, menguó la producción ofensiva de los locales en la pintura. Se habían consumido más de tres minutos cuando llegó la primera canasta en juego y la firmó Geben. Grant, con un triple de ocho metros, y Kurucs, con otro en su primer acierto en nueve intentos, desataron el primer momento de pánico en el Girona (50-45). Tiempo muerto de Moncho Fernández y nuevo arreón local (56-47) ante el monumental cabreo de Casimiro. Aranitovic entraba en combustión, pero pocos compañeros lo acompañaban en su cruzada.

Al parcial del 0-4 inicial en la manga definitiva respondió Juani Marcos con un triple. El partido avanzaba entre el intercambio de canastas y con el Breogán amagando con la remontada gracias, en buena medida, a los meritorios minutos de Quintela y el despertar de Grant. Llegó a situarse a solo un punto (74-73), pero perdió el brilló de repente y el Girona dictó sentencia con un parcial de 11-0.