Polémica por el autor de la «neutralidad ideolóxica» de Educación

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, defendió a Enrique Prado al ser preguntado en su visita a las oposiciones de este sábado
El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, defendió a Enrique Prado al ser preguntado en su visita a las oposiciones de este sábado SANDRA ALONSO

El conselleiro resta importancia a las opiniones ultras de un subdirector xeral y alude a la libertad de expresión

21 jun 2025 . Actualizado a las 19:28 h.

El conselleiro de Educación descartaba ayer «represalias» contra el subdirector xeral de Avaliación e Inspección Educativa, Enrique Prado Cueva, quien para el sindicato mayoritario, CIG-Ensino, es el responsable del polémico término «neutralidade ideolóxica» que se coló en las instrucciones del próximo año para hablar de actividades no lectivas de los centros, y cuyas opiniones ultras en una revista le deben costar el puesto.

El responsable de Educación, Román Rodríguez, intentaba dar carpetazo así a una polémica que está lejos de apaciguarse, y en la que han tomado partido las familias agrupadas en Anpas Galegas, y no a favor del subdirector xeral.

La cuestión es que Enrique Prado ha publicado una serie de artículos en una revista digital en los que critica duramente el «progresismo» en la escuela, a los profesores («una nueva clase ociosa de funcionarios») y políticas como la inclusión de alumnos con necesidades educativas especiales o contra la violencia machista, que califica de «intra familiar». Según la CIG; Prado sigue en estos artículos el argumentario de Vox y la ultraderecha, y eso le impide ocupar un puesto en la Administración educativa.

En cambio, Román Rodríguez lo ve de otra manera: «Tanto dereito ten un a ser nacionalista como a non selo, e non podemos prantexar represalias porque un funcionario público non comulgue cos meus pensamentos», dijo el conselleiro, para quien la opiniones se deben enmarcar en el respeto absoluto «á liberdade de expresión». Frente a esto, dice, que la CIG mostró «unha pequena vena totalitaria».

El nombre de Enrique Prado se comenzó a escuchar cuando se dieron a conocer las instrucciones para el próximo curso —que según la CIG tienen su visto bueno, aunque las firma Judith Fernández, directora xeral de Ordenación— y en una de ellas se habla de que «a actividade desenvolverase con suxeición aos principios constitucionais, garantindo a neutralidade ideolóxica», y las complementarias deben basarse en «propostas que complementen a actividade lectiva, cunha finalidade orientada a facilitar, profundar e/ou motivar aprendizaxes curriculares de maneira máis significativa».

Preguntado por este asunto de la «neutralidade ideolóxica», el conselleiro acabó escalando la discusión y levantando los ánimos de profesorado y familias. Aluden estos colectivos a la política defendida por Vox, que intenta prohibir en los lugares donde gobierna la realización de actividades en favor de la igualdad y la no discriminación con medidas como el pin parental (los padres deben autorizar expresamente que sus hijos acudan a ciertas charlas o actividades).

Anpas Galegas también denuncia que en estas instrucciones las actividades sobrevenidas se decidirán desde la dirección y no desde el consejo escolar.