El lamento de un alumno de bachillerato: «Lo único que te gusta de ser profesora es el sueldo»
EDUCACIÓN
Un joven estudiante ha compartido en redes el correo que le mandó a quien le daba clases de inglés en el instituto. «Bastante duro es ya (...) Tu forma de enseñar este curso ha sido, sencillamente, nefasta», critica en la misiva la actitud de la educadora durante el curso
24 abr 2025 . Actualizado a las 17:48 h.Un docente implicado y afanado en enseñar nuevos conceptos en el aula puede hacer que hasta la materia más árida o la que menos gusta a un alumno sea atractiva. Y al revés, quien no prepara sus clases conseguirá generar rechazo hasta en un campo del conocimiento que, hasta entonces, gustaba. Ser profesor tiene una gratificación que va más allá de lo económico: que quien acuda a una clase, haya al final de la misma aprendido algo. Sin duda una labor importante que la mayor parte de educadores asumen con esfuerzo y exigencia, pero en la que también hay excepciones. Es el caso de la profesora de inglés de Jaime Manzano, estudiante de bachillerato. Este chaval ha compartido en sus perfiles en redes sociales el correo electrónico que le remitió el pasado septiembre al terminar el curso a su maestra. Y aunque la misiva empieza muy educadamente, «te mando este mensaje para expresar algo que llevo mucho tiempo queriendo decirte», pronto el joven dirige su foco hacia la crítica. «En mis 14 años de educación, nunca (por suerte) me había encontrado con alguien como tú», señala lamentando lo poco fructífero que para él resultó la materia impartida por esta profesional.
«En mi opinión, no estás hecha para la educación. No solo por tu falta de empatía y solidaridad, sino también por la poca vocación que demuestras. Parece que lo único que te gusta de ser profesora es el sueldo. Tu forma de enseñar este curso ha sido, sencillamente, nefasta. Y eso, si es que puede llamarse enseñanza», escribe Manzano. Los dos cursos de bachillerato suelen ser bastante estresantes para aquellos jóvenes que deciden afrontar las pruebas de acceso a la universidad. Las notas obtenidas esos dos años se suman a las calificaciones de los exámenes de la llamada antiguamente Selectividad. Unas pruebas, estas últimas, a las que conviene llegar con toda la materia bien impartida, ya que todos los alumnos que se presentan comparten las mismas preguntas para validar sus conocimientos. Está claro que en el caso de Jaime, de poco sirvió el trabajo de la profesora. Y empleó el sarcasmo para recordárselo en la demoledora misiva: «Como alumno que ha pasado contigo diez largos meses a razón de cuatro horas semanales, me atrevo a sugerirte algo: tal vez deberías considerar trabajar en una obra, colocando bloques. No lo digo con maldad, sino por el bien de la educación y la salud mental del alumnado. Bastante duro es ya el bachillerato como para, en vez de dar inglés, sentir que estamos en un programa de televisión».
Elusión de la responsabilidad docente
Para este joven, que ha colgado la carta enviada en Tik Tok, siendo vista ya por casi 2,5 millones de usuarios de esta red social, la cuestión va más allá de las formas o el estilo de la tan denostada profesora. No existe, según sus palabras, trabajo alguno por su parte ni tampoco sabe realmente lo que tiene que impartir: «Te aconsejo que repases tú también los verbos en inglés, porque como bien dices, a veces se complican... aunque contigo se vuelven imposibles de entender. Y, por favor, dedica el tiempo de clase a enseñar, no a hacer otras actividades "didácticas" que poco o nada aportan».
Antes del punto final, el correo está lleno de irónicos buenos deseos. «Enhorabuena por tus excusas para no cumplir con tu trabajo: que si se te olvidaron los exámenes, que si perdiste las hojas, que si no funciona la fotocopiadora... Todo menos enseñar», concluye este alumno. Entre los comentarios a esta publicación están los de la usuaria de Tik Tok M3English, precisamente profesora de esa misma materia, que aporta que el caso no representa a la totalidad de la comunidad educativa: «Ojalá a los profesores de inglés que nos esforzamos nos escribieran diciendo lo bueno que hemos hecho... me hubiera encantado». Otra educadora, también entiende la frustración de Jaime: «Sinceramente, he sido docente, y me parece buen mensaje, tienes toda la razón. Me he topado con cada maestro...».
No ha trascendido el nombre de la profesora ni del centro educativo en el que cursó estudios este alumno. Por lo tanto esta crítica recoge solamente la versión de lo ocurrido durante el curso de «tu alumno favorito», firma finalmente en el correo electrónico.