El Gobierno de Japón revisa su diagnóstico económico por la «incertidumbre» de los aranceles
ECONOMÍA

La caída del consumo constituye otro riesgo para el país
18 abr 2025 . Actualizado a las 13:57 h.El Gobierno de Japón revisó este viernes su evaluación general de la economía nacional por primera vez en ocho meses, para incluir una mención a la «incertidumbre» derivada de la política arancelaria de Estados Unidos. En su informe económico mensual correspondiente a abril, la Oficina del Gabinete mantuvo su diagnóstico de que la economía «se encuentra en una fase de recuperación moderada». Sin embargo, incorporó una nueva advertencia sobre los riesgos derivados de la política comercial estadounidense, señalando que «existe incertidumbre vinculada a las políticas comerciales de EE.UU. y otros factores».
El documento también recoge la preocupación por el comportamiento del consumo privado, uno de los pilares de la cuarta economía mundial, ante el impacto de los persistentes aumentos de precios. «Los efectos de la inflación sostenida sobre el consumo, a través de un deterioro en la confianza del consumidor, representan un riesgo a la baja para la economía japonesa», indica el informe, subrayando la necesidad de implementar medidas que impulsen el crecimiento salarial.
Las empresas niponas han aplicado subidas salariales a un ritmo récord en los últimos años, aunque esto no se ha traducido en mejoras significativas en su poder adquisitivo, lo que limita su capacidad de gasto en un contexto de inflación persistente. El índice de precios al consumo (IPC) de Japón se incrementó un 3,2 % interanual el pasado marzo, subiendo un 0,2 % con respecto al mes anterior, debido al encarecimiento de la energía y la alimentación, según informó este mismo viernes el Gobierno. El mes pasado, los precios del arroz registraron un alza interanual del 92,1 %, la más pronunciada desde que se iniciaron los registros comparables en 1971. Esta tendencia ha llevado a muchas familias a reducir su consumo, afectando el conjunto de la demanda interna.
Por otro lado, la percepción del clima empresarial entre firmas niponas también mostró signos de enfriamiento. Las compañías pasaron de calificar sus condiciones de negocio como «en mejoría» a describirlas como «prácticamente estables», en lo que constituye el primer ajuste a la baja desde marzo de 2022. Esto refleja la creciente preocupación por los efectos negativos que los aranceles estadounidenses podrían tener sobre el comercio internacional y, en particular, sobre la economía japonesa, fuertemente orientada a las exportaciones.
La Oficina del Gabinete también modificó su evaluación sobre la economía global, un cambio que no se producía desde hace nueve meses, en otra muestra del deterioro de la coyuntura.