Nvidia y los gigantes de la IA se desangran en bolsa por el auge de la china DeepSeek

G. Lemos / C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

LISELOTTE SABROE | EFE

Las acciones de fabricantes de chips y proveedores de energía caen a plomo ante la irrupción de un modelo de inteligencia artificial que requiere menos recursos

28 ene 2025 . Actualizado a las 08:15 h.

Más de medio billón, con b, de dólares, una cifra que supera el producto interior bruto (PIB) anual de países como Austria, Irlanda o Noruega. Es lo que llegó a caer durante la jornada de este lunes el valor en bolsa de Nvidia, el fabricante estadounidense de chips que presumía de ser la empresa con mayor capitalización del mundo y que desde esta semana ostenta otro récord: el de la mayor destrucción de valor en el parqué en una jornada.

El descalabro tiene su origen en la irrupción de la china DeepSeek, una nueva herramienta de inteligencia artificial que no solo amenaza la primacía de otras soluciones ya asentadas en el mercado, como ChatGPT, sino que cuestiona los fundamentos sobre el desarrollo de esta tecnología, basado en la necesidad de microprocesadores de gran potencia y un consumo exacerbado de electricidad, que habían disparado la cotización en bolsa de los fabricantes de microchips (como Nvidia) y de grandes proveedores de energía, empresas que este lunes sufrieron un gran varapalo en los mercados.

Y es que apenas cuatro días —el tiempo que ha pasado desde la presentación el pasado jueves de la última versión de DeepSeek hasta este lunes, con la aplicación ya convertida en la más descargada por los usuarios de teléfonos inteligentes en Estados Unidos— han bastado para que los inversores empiecen a dudar de si el rali bursátil experimentado por los grandes valores tecnológicos en los últimos meses, especialmente Nvidia, está asentado sobre cimientos sólidos o en expectativas que se desmoronan como un castillo de arena.

Aunque el gigante estadounidense de chips lideró las caídas, que llegaron al 16 %, el golpe fue generalizado. Broadcom, que hace apenas un mes se unía al selecto club de empresas con una capitalización superior al billón de dólares, sufrió caídas cercanas al 15 %. Una sangría que se extendió, con diferente intensidad a otras fimas como AMD, Arm Holdings o Micron, así como a las europeas ASML, BE Semiconductor o Infineon, y a las niponas Tokyo Electron y Advantest. Eso, en el campo de los microprocesadores, ya que en el de los proveedores de energía la eléctrica estadounidense Vistra se desplomaba más de un 23 %, mientras que GE Vernova caía un 17,7 % y Arista, un 16 %. En total, el torpedo chino abrió un agujero de un billón de dólares «en el orden tecnofeudal de Estados Unidos», como lo definió el economista griego Yanis Varoufakis.

La capacidad de la aplicación china de ofrecer un rendimiento similar al de sus competidores estadounidenses, pese a emplear chips de menor coste y consumir una menor cantidad de datos en un modelo de código abierto, cuestiona la hegemonía en el mercado de los fabricantes occidentales y, lo que es más importante, su capacidad de fijar precios y de marcar el paso al desarrollo de esta tecnología. De hecho, las barreras impuestas por la Administración estadounidense para tratar de frenar la evolución de la IA en China solo han servido, según los expertos, para que las empresas del gigante asiático hayan ganado en eficiencia. A la fuerza ahorcan...

«Los logros de China en materia de eficiencia no son accidentales. Son una respuesta directa a las crecientes restricciones a la exportación impuestas por Estados Unidos y sus aliados. Al limitar el acceso de China a chips de IA avanzados, Estados Unidos ha estimulado inadvertidamente su innovación», defiende la profesora Angela Zhang en un artículo publicado en Financial Times, mientras que para Marc Andreessen, asesor de Trump y uno de los inversores más influyentes en Silicon Valley, la irrupción de Deepseek es «el momento Sputnik de la IA», un avance sorprendente, que, al emplear código abierto, es también «un gran regalo para el mundo».

El terror entre los inversores provocó una caída del 3,3 % en el índice tecnológico Nasdaq, y aupó a Apple de nuevo al trono de la empresa con mayor capitalización bursátil del mundo. En las bolsas europeas, el golpe llegó mucho más mitigado. Pese a las pérdidas de las empresas de suministro eléctrico y las constructoras —por el papel que se les presume en el desarrollo de la infraestructura necesaria—, el Ibex consiguió esquivar los números rojos, anotándose al cierre un avance, testimonial, del alza de un 0,12 %.

Bitcóin llegó a cotizar por debajo de la barrera de los 100.000 dólares

El descalabro de los colosos de la IA occidentales también está arrastrando consigo a otros valores vinculados a la tecnología, como el bitcóin. La industria del minado, por la que tanto apostó Donald Trump en campaña, necesita cada vez computadoras más potentes y con mayor capacidad de procesamiento para poder resolver los bloques que permiten generar unidades de la criptodivisa. La expectativa de una corrección intensa en el valor de los principales proveedores del mercado, ha hecho que muchos inversores, víctimas del miedo, deshiciesen sus posiciones en bitcóin, llevando al activo a cotizar en algunos momentos por debajo del umbral psicológico de los 100.000 dólares, tras encajar pérdidas de un 5 %. Se aleja así de su récord histórico, los 109.000 dólares con los que dio la bienvenida al segundo mandato de Trump. Otras cripto como ethereum —más volátiles— están sufriendo un mayor correctivo, de hasta el 7% en algunos compases del día.

Merlin y ACS lideran las caídas en el Ibex por sus inversiones en centros de datos

Los valores más castigados este lunes en el Ibex 35 fueron Merlin Properties y ACS. Las dos compañías encajaron pérdidas del 4,41 y del 4,33% debido al elevado volumen de inversiones que proyectaron en instalaciones y suelos para centros de datos.

Merlin fue la primera en desembarcar. Lo hizo en el 2019 y solo dos años después selló un acuerdo con Edged Energy, filial de la estadounidense Endeavour, para operar allí. Entre sus planes, se incluyen inversiones de hasta 2.000 millones para acelerar los planes en el sector de los centros de datos, ejecutándolos en el 2028, siete años antes de lo previsto.

Lo mismo le ocurre al grupo que preside Florentino Pérez. ACS anunció recientemente el desembolso de 12.000 millones de euros en suelo para construir y operar en España centros de datos. No obstante, el mercado nacional solo concentra el 20% de sus inversiones. El otro 80 % se irá al exterior, también a EE.UU., donde quiere desplegar proyectos clave (en Virginia y Dallas).