
El danés consiguió el triunfo de etapa y añadió a su palmarés su primera gran ronda española
13 sep 2025 . Actualizado a las 23:20 h.Con el maillot rojo de líder, exhausto y feliz, el danés Jonas Vingegaard rubricó de manera brillante su primera Vuelta a España y su tercer triunfo de etapa en la presente edición, haciendo realidad su sueño de imponerse en una cima mítica como la Bola del Mundo.
El duelo por todo lo alto se lo apuntó el mejor, quien lanzó el órdago definitivo a 1,2 km de meta, en las rampas más imposibles de la pista de cemento que conduce a las antiguas antenas de televisión. Desde allí, el Alto de Guarramillas, a 2.250 metros de altura, divisó su primera Vuelta.
El danés controló la subida en el grupo de favoritos, vio flaquear a Almeida y atacó decidido, con fe, con las fuerzas justas para besar su anillo y proclamarse virtual ganador del 90 cumpleaños de la prueba. Le siguió su compañero Sepp Kuss, logrando el doblete para el Visma, luego Hindley a trece segundos, y el portugués, el gran derrotado, quinto a 22.
«Es una victoria especial. Me encontré muy bien y el equipo trabajó bien. No subí cómodo pero el ritmo del UAE no era devastador. Fue un ascenso muy duro, pero estoy muy feliz», dijo tras la carrera el ganador.
Ya venció en Limone Piemonte y en Valdezcaray. En la Bola del Mundo, por todo lo alto, el doble ganador del Tour, a sus 28 años, unió Vuelta a España a sus dos grandes rondas galas. En Madrid le espera la fiesta.
Este domingo se disputa la vigésima primera y última etapa.