El Obradoiro gana el primer duelo al Leyma en un final a cara o cruz (76-73)

Fue un primer test, todavía con los equipos cogidos con alfileres y con ausencias notables en ambos bandos, pero fue un primer test que dio pistas de que los encuentros que medirán esta temporada al Monbus Obradoiro y al Leyma Coruña tendrán su interés tanto en la pista como en la grada. En la pista, el primer duelo se decidió con una apurada victoria de los santiagueses en un final a cara o cruz; en la grada, un pabellón Sara Gómez repleto con una nutrida representación de ambas aficiones.

Que el partido era de preparación lo dejó claro Carles Marco desde el principio, cuando hizo los tres primeros cambios a los dos minutos, y a las tres minutos y quince segundos ya había variado por completo el quinteto inicial. También pronto movió el banquillo Epi, en un intento, probablemente, de ambos técnicos de que el ritmo del encuentro fuera alto. Y, de hecho, lo fue.

El primer cuarto, en realidad todo el partido, fue un toma y daca, con ambos conjuntos alternándose en el dominio del marcador. El Obradoiro, desde el inicio dando pistas de por donde parecía que iba a tener ventajas durante el encuentro, con Felipe Dos Anjos mandando en la zona (siete puntos anotó en el primer parcial) y con Barrueta aprovechando cualquier resquicio para sacar la muñeca a pasear desde más allá de los 6,75. Enfrente era Cremo quien llevaba la voz cantante ante el aro santiagués.

Ese primera parcial se cerró con cuatro puntos de ventaja para el Monbus Obradoiro y el primer estirón de los santiagueses llegó con un triple de Barrueta que llevaba la diferencia a los seis puntos (33-27) y obligaba a Marco a pedir un tiempo muerto. El parón para reflexionar le vino bien al Leyma, que volvió a engancharse con un 1-9 de parcial, con dos triples incluidos, y empatar el encuentro a falta de minuto y medio para llegar al descanso (36-36). El ritmo, y el acierto, habían bajado ligeramente en ambos equipos y la igualdad se mantenía (41-38 al descanso).

Un parcial de 4-0 al inicio del tercer cuarto volvía a distanciar a un Obradoiro que se encontró con el inconveniente de la tercera falta de Westermann. Parecía que el cuadro santiagués iba a coger impulso, con una defensa que ponía en problemas al Leyma y dominando el rebote defensivo para intentar salir en transición. Con una de esas contras se alcanzó la máxima diferencia (46-38). Carlos Marco solicitó un tiempo muerto y se desgañitaba pidiendo a los suyos que hiciesen faltas para evitar las canastas fáciles del Obra.

De nuevo el tiempo muerto le vino bien al Leyma, que sumó un 0-7 de parcial y se colocó a un punto para cerrar el tercer cuarto. Solo la cuarta falta de Diop preocupaba a los coruñeses, que estaban empezando a sufrir en sus carnes el buen juego de Huskic.

Fue a lomos de Mencía como el Leyma consiguió darle la vuelta al resultado y ponerse por delante en el marcador (62-65, min 34). Ahí fue Epi quien se vio obligado a pedir tiempo muerto y de él salieron los santiagueses teniendo muy claro que el partido pasaba por Huskic. El pívot serbio anotó cinco puntos consecutivos para liderar un parcial de 8-0 que lleva el partido a un 70-65 que parecía ponérselo en bandeja. No fue así. Reaccionó el Leyma y a falta de 53 segundos todo estaba en el aire (75-73). Sergi Quintela robó un balón, y fue objeto de falta, pero solo anotó un tiro libre. A cinco segundos, Jorgensen pisó la línea en un saque de banda, pero aún tuvo el Leyma un último intento a la desesperada de Cremo que no entró.

Obradoiro (76): Westermann, Barcello (15), Barrueta (14), Galán (10) y Dos Anjos (9) -cinco inicial-. Etxeguren, Huskic (12), Quintela (10), Grela (5), Badoni y Díaz (1)

Leyma Coruña (73): Cuevas (11), Cremo (16), You (3), Mencía (11) y Diop (4) -cinco inicial-. Thiam (10), Jacobo Díaz (8), Jorgensen (7), Varela, Brokvic (3).

PARCIALES EN CADA CUARTO: 25-21, 16-17, 15-17 y 20-18.

ÁRBITROS: Paula Lema, Cristian Martín y Cristian Abalo. Eliminado Diop por cinco faltas personales.

INCIDENCIAS: Pabellón Sara Gómez, en Vilagarcía. Trofeo San Roque. Lleno con una nutrida representación de ambas aficiones en las gradas, pero con más seguidores del Obradoiro.

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