La ley del más fuerte avala a Vingegaard, el gran favorito para ganar la Vuelta

IVÁN BENITO COLPISA

DEPORTES

Javier Lizón | EFE

El danés partirá con el mejor equipo ante el UAE de Del Toro y Ayuso

21 ago 2025 . Actualizado a las 20:58 h.

La vida deportiva se esfuma tan rápido que hay quienes señalan que Jonas Vingegaard, que en diciembre cumple 29 años, está ante su gran oportunidad de ganar La Vuelta. Al menos de manera tan clara. El motivo no son sus condiciones físicas, plenas como demostró en el Tour pese a no poder hacer sombra a Pogacar.

Se trata más bien de la ausencia del esloveno, que algún día regresará a España para ganar una de las pocas carreras que se le resisten, de la búsqueda de otros alicientes para el danés, como el Giro de Italia que aún no conoce, y del desgaste físico y mental que acumulan ambos ciclistas en este último lustro, tan mágico como agotador.

Todo está preparado para que el sábado, desde Turín (12.40 horas, Eurosport 1 y Teledeporte), comience una carrera de la que guarda buenos recuerdos. Debutó en el 2020 y tiró de Roglic en La Farrapona y en el Angliru para asegurarle la victoria. Entonces se dio a conocer un joven danés que trabajaba limpiando pescado antes de que un ojeador se fijara en él.

Regresó en el 2023, ya como doble ganador del Tour. Venció en el Tourmalet y tuvo en su mano la Vuelta, que finalmente le dejaron ganar a su compañero Kuss. Ahora espera que le devuelva el favor el norteamericano de Durango, su mejor gregario junto al también estadounidense Matteo Jorgenson.

Un equipo sin parangón

Completan el mejor bloque de la carrera varios todoterrenos como Campenaerts, Kelderman, Van Baarle, Tulett y Zingle. Ni siquiera el del UAE logra equipararle. Aunque disponen de una bicefalia de lo más afilada: João Almeida y Juan Ayuso. No coinciden desde el pasado Tour, en el que el luso le abroncó por escaquearse de los relevos subiendo el Galibier y el español le dijo que el gesto sobraba. Ayuso abandonó el Tour y el Giro, se vio superado en el escalafón del equipo también por Del Toro y contrató un agente en busca de explorar un nada sencillo cambio de equipo.

A Almeida puede animarle que ya batió a Vingegaard en dos finales en alto este año, a principio de temporada, pero ni siquiera su amigo Pogacar parece verlo claro. «Si João no se hubiera caído en el Tour, seguro que podría, pero ahora no lo sé...», dijo hace una semana tras un criterium en Eslovenia.

Sin Carapaz, al que problemas intestinales apartaron del Tour y que llegaba muy justo, parece difícil que ningún otro ciclista pueda estar a la altura del danés, además de las ausencias de Roglic, Mas o Carlos Rodríguez o la merma física de Landa, que saldrá sin expectativas en la general.

«Hay muchas etapas para marcar la diferencia», vislumbra Vingegaard sobre un recorrido clásico de La Vuelta. Etapas cortas y muchos finales en alto, esta vez en cimas icónicas para celebrar los 90 años de la prueba. Se sale de Italia, pero sin ninguna visita a los lugares representativos del Giro. También se pasará por los Alpes en una etapa más propicia para esprínteres.

La contrarreloj por equipos de Figueras hará las primeras diferencias antes de las dos jornadas de montaña en Andorra y Cerler. Las trampas de Bilbao las conoce el danés del Tour del 2023, así como los finales en el Angliru y La Farrapona y la contrarreloj individual de Valladolid. Para el final queda la Bola del Mundo. «Estoy aquí por la victoria general y preferiría empezar a competir de inmediato», culmina Vingegaard, el gran favorito al rojo.