
El murciano, en su mejor nivel del torneo, destroza al británico, iguala a Santana y está a dos partidos del título
08 jul 2025 . Actualizado a las 20:27 h.Como debe ser, Carlos Alcaraz está exhibiendo su mejor nivel cuando más cerca está el título. El español, un avión contra Cameron Norrie (6-2, 6-3 y 6-3), se clasificó a semifinales de Wimbledon, donde se medirá a Taylor Fritz, igualando por el camino las ocho veces que Manolo Santana estuvo entre los cuatro mejores de un grand slam y ya solo con Rafa Nadal —que lo logró en 38 ocasiones— por delante.
Después de otra necesaria dosis de sufrimiento contra Andrey Rublev en octavos, Alcaraz por fin disfrutó. Se liberó del estrés de la anterior ronda y se impuso con maestría y facilidad a un rival al que todos descartaban antes del encuentro y al que la velocidad de bola del español pasó por encima.
Norrie, que ni en sus mejores expectativas podía pensar en estar en la refriega de las semifinales cuando comenzó el torneo hace diez días, es un tenista luchador, un obrero de la raqueta. Un tenista que, como muchos lo definen, ha exprimido al máximo su tenis para conseguir resultados que pueden parecer irreales, como ser top 10, ganar un Masters 1.000 en Indian Wells e incluso ser semifinalista en Wimbledon hace unos años.
Su mejor tiempo ya pasó y de no haber hecho unos sorprendentes octavos en Roland Garros hace un mes su ránking se habría desplomado, pero se dio el gusto a sus 29 años de saltar ayer a la pista central y enfrentarse al mejor tenista del momento.
Con lo que no contaba este británico nacido en Sudáfrica y criado tenísticamente en Estados Unidos es que Alcaraz le iba a derruir por completo. Que el español iba a castigar su pasividad con una agresividad milimétrica, rozando los 40 golpes ganadores, y que le iba a demostrar que la diferencia entre el murciano y el resto es simplemente abismal.
A medida que fuera de la pista central crecían las dudas sobre el estado físico de Jannik Sinner, que canceló su entrenamiento por un problema en el codo y deja en el aire su participación en los cuartos de final frente a Ben Shelton, Alcaraz escribía su nombre en la pole position de los favoritos.
Triunfo exprés
¿Quién le puede ganar? Es la pregunta que sobrevuela el All England Club mientras su repertorio de derechas, dejadas y voleas enmudecedoras se desplazan de un lado a otro de la pista. Solo un Novak Djokovic con el nivel de los Juegos Olímpicos parece en posición de poner en duda el tercer Wimbledon seguido de Alcaraz, que consiguió en hora y 38 minutos la tercera victoria más rápida en grand slam de su carrera y que ha logrado las semifinales en los últimos siete torneos que ha disputado.
Su siguiente rival, un cañonero como Taylor Fritz, venció en cuatro sets a Karen Khachanov, y puede ser motivo de preocupación, pero ahora mismo no hay nadie ante el que Alcaraz se sienta inferior.
Norrie lo sintió en sus carnes y los niveles de confianza del español llegan a su tope cuando solo dos partidos le separan de un título que le haría superar a Nadal en Londres, le elevaría hasta los seis grand slams de Boris Becker y Stefan Edberg y le convertiría en el quinto en ganar tres veces seguidas en Londres, como Bjorn Borg, Pete Sampras, Roger Federer y Djokovic.
«Estoy muy contento con mi tenis», apuntó el murciano, al que desde la grada le respondieron con un «Ibiza» cuando dijo no saber qué hacer en los dos días 'libres' que tiene por delante hasta el partido contra Fritz del viernes. «Hoy descansaré, estaré con mi familia y amigos, y mañana, si puedo, intentaré jugar un poco al golf», añadió el de El Palmar.