El Mercado Templario de O Burgo, en Culleredo, en el «top ten» de las ferias medievales en España

D. V.

CULLEREDO

Hasta el domingo estará abierto con más de 150 puestos tanto de gastronomía como de artesanía

04 jul 2025 . Actualizado a las 18:21 h.

La ría amaneció este viernes surcada por un buen número de canoas que, con algo de caracterización, habrían servido como un perfecto decorado para el bullicioso Mercado Templario de Burgo de Faro. La cita, convertida en un hervidero de comerciantes y curiosos, se ha consolidado como un mercado internacional donde confluyen sabores y tradiciones de distintas partes del mundo. Solo el 15 % de los comerciantes son gallegos.

Entre los más de 150 puestos que llenan el paseo de O Burgo, el visitante puede degustar tamales o papas rellenas en un habitual puesto de comida colombiana, probar salchichas alemanas, endulzarse con repostería húngara o refrescarse con batidos sin alcohol en el estand de los Amigos de Cuba. Por supuesto, no falta la sangría, omnipresente en este tipo de ferias. «Venimos de Jaén», cuenta Petre, encargado de un puesto de patatas fritas, quien afirma que acude «todos los años». Las ferias medievales están en auge y él está integrado en un grupo que gestiona varios puestos y que cuentan con una nave para permanecer de ruta durante mes y medio.

Héctor Pérez, organizador del evento junto al Concello durante los últimos doce años, destaca el peso que ha adquirido el mercado en el circuito estatal. «Está entre os 10 mellores mercados medievales de toda España, tanto en presuposto como en animación», subraya. Asegura que la programación de este año supera a la de ediciones anteriores: «Cando nós chegamos había 40 postos e fomos investindo e facendo que estea no top ten», señala con orgullo.

Entre los numerosos productos que ofrecen los artesanos no faltan las espadas, las hachas y los escudos, además de cabezas de caballo utilizadas como monturas infantiles. Completan la oferta un sinfín de puestos con bisutería, velas aromáticas, tallas de madera, jabones y complementos de todo tipo. También es posible llevarse una moneda realizada en el momento o una herradura con el nombre grabado en un yunque que permite ponerse en situación.

Presidiendo la feria, un imponente dragón como símbolo de los miedos de otras épocas. Hasta este domingo este paseo de O Burgo estará tomado por la música, los espectáculos y una zona infantil especialmente ambientada para los más pequeños. Y para los más atrevidos, el mercado ofrece también un espacio dedicado a los instrumentos de tortura medieval, completando así la experiencia inmersiva en el medievo.