Nacho Rama: «Todos los niños de mis campamentos tienen prohibido el móvil»

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

El director de la empresa Deporte Gestión destaca los 2.000 pequeños inscritos este verano en cuatro centros

06 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Es una persona tranquila a pesar de ser director de campamentos para pequeños. «Tenemos 136 reseñas en Google y en todas nos ponen un 5, la máxima nota. Eso les da confianza a las familias, y a nosotros, la sensación de que lo estamos haciendo bien. Tengo 45 monitores y hay varios que de pequeños vinieron al campamento. Es algo muy bonito», destaca Ignacio Rama Casás, de 55 años y padre de dos hijos de 12 y 8. «Me casé un poco tarde», comenta sonriente este hombre que vive rodeado de menores. «Este verano están apuntados más de 2.000, repartidos entre julio y agosto por las diferentes sedes, Ponte dos Brozos en Arteixo, el Cristo Rey de Oleiros, el colegio Eusebio da Guarda y aquí, en el INEF de Bastiagueiro. Empezamos a las nueve y media de la mañana y algunos están hasta las dos y otros hasta las cinco y media de la tarde. Estas tres semanas de julio son las de más trabajo», confirma Nacho mientras recorro con él distintas zonas del campus donde hay niños y monitores realizando actividades. «Formamos grupos pequeños y vamos cambiando de juegos y deportes. Hay monitores específicos para niños con necesidades especiales. Creo que la clave es la estabilidad del personal y que, cuando acaba el verano, hacemos una evaluación 360 de lo que hicimos, que es parte del éxito», explica Nacho, que consigue la desintoxicación digital de los chavales. «Todos los niños de mis campamentos tienen prohibido el móvil. Les generamos una alternativa de ocio para que se olviden. Hacen unos 30.000 pasos al día cada uno, algo que agradecen los padres, que dicen que llegan muy cansados a casa. No somos un aparcaniños», destaca el director de la empresa DG (Deporte Gestión), que creó hace muchos años.

Un profesor marcó el camino

Charlamos en la cafetería del INEF de Bastiagueiro. Él figura en la orla de 1990-1995, la cuarta de la historia de esta facultad, ahora Ciencias do Deporte. «Recuerdo al profesor Vicente Gambau, que venía de participar en los Juegos Olímpicos de Barcelona y puso en marcha algo con unas siglas curiosas, PARO (planificación de actividades de recreo y ocio). Nos obligó a hacer un simulacro de empresa, y de esa promoción salieron Sidecu, Serviocio, Axiña y mi proyecto, que era de un campamento similar al que ahora hacemos», rememora este antiguo alumno del Alborada y del IES de Elviña, donde tuvo un profesor, José Luis González, que después fue el primer director del INEF. «Venía con los planos a clase y nos enseñaba lo que iba a hacer. Fue el que me metió el gusanillo del deporte en el cuerpo», relata Nacho, que lleva muchos años colaborando con la Asociación Contra el Cáncer en sus marchas solidarias. Pero su gran pasión, al margen de los campamentos de verano para miles de niños coruñeses, es el baloncesto, tanto como preparador físico como entrenador.

En el Básquet Coruña

Pasó por varios conjuntos, pero en el 2015 vivió el sueño de entrenar al primer equipo del Básquet Coruña en Primera Nacional. Recuerda el trabajo que hicieron Julio Flores y María Cousillas y la labor con la cantera. «Pasamos de 70 a 400 jugadores jóvenes y se sentaron las bases de futuro. Cuando abandoné el club me centré en mi empresa», explica sin olvidar su corazón anaranjado. Aunque lo fuerte es en verano, y también algo en Semana Santa y Navidad, dice que el trabajo de planificación empieza el 1 de enero. «Las familias hacen el 80 % de las reservas en mayo», detalla. Sale a correr dos días a la semana y cuando llega el tiempo de descanso le toca llevar a sus hijos a actividades de todo tipo. «Somos de familias grandes y me gusta estar con ellos aquí o en Ortigueira, que mi mujer es de Ladrido. Tenemos una autocaravana y nos escapamos en ella cuando podemos», confiesa este director de campamentos al que también le gusta «formar a formadores para tratar a los chavales», asegura Nacho.